Diario de León

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Para asombro de jóvenes

Demetrio Santamarta muestra miniaturas artesanas de los útiles e instrumentos agrarios en la Casa de las Carnicerías

El artesano leonés Demetrio Santamarta con una de sus piezas

El artesano leonés Demetrio Santamarta con una de sus piezas

Publicado por
Marcelino Cuevas - león
León

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Demetrio Santamarta no sabe qué hará con los cientos de herramientas y vehículos agrícolas que a lo largo de los últimos diez años ha fabricado a pequeña escala «para que no pasen directamente al olvido. «Las nuevas generaciones ya prácticamente nunca han visto un trillo, un arado romano o una ceranda. Yo pretendo que estas miniaturas, que he rescatado de los recuerdos que guardo de mi niñez y mi juventud en el pueblo de Reliegos, sean un testimonio de cómo era la vida en el campo hasta hace cincuenta años». Demetrio Santamarta acaba de cumplir 80 años y hace casi medio siglo que dejó su tierra para irse a vivir a San Sebastián. Confiera que esta fabulosa colección de miniaturas las conserva en su casa y que «nunca pensé que con ellas se pudiera hacer una exposición. Verlas todas en estas salas me ha producido una gran impresión, me parece casi imposible que las haya hecho con mis propias manos». Desde su juventud Demetrio ha sido hábil para las manualidades. Construyó multitud de instrumentos que se necesitaban en su casa y que en los tiempos difíciles no se podían comprar en las tiendas. Sobre todo las herramientas de las labores del campo. De aquellos tiempos le viene una afición que ha aflorado en los últimos tiempos y con la que ha conseguido recrear desde los carros hasta las carracas y matracas con las que se ponía sonido a las tinieblas de la Semana Santa. Ofrece Demetrio en la exposición de la Casa de las Carnicerías la oportunidad de conocer los distintos carros que se empleaban en la montaña, en el páramo o las vegas leonesas, cada uno para un uso determinado, los unos para llevar la paja después de la siega, otros para el transporte de personas, algunos, quizá los más curiosos, para llevar a la ciudad las camadas de lechones o los más grandes para transportar al mercado capitalino los cerdos que estaban a punto de celebrar su San Martín. «Yo tengo buena memoria, algunos de estos modelos no los he visto después de mi niñez, pero los recuerdo con todos los detalles». Desde la Edad Media La madera, el hierro y mil distintos materiales, han servido a este singular artesano para dar vida a unos instrumentos que en buena parte nacieron en los albores de la Edad Media y que han pervivido hasta mediados del siglo XX. Por ello, es interesante que las generaciones del XXI tengan la oportunidad de conocerlos de primera mano, directamente surgidos de la portentosa memoria de este hombre de pocas palabras y de manos prodigiosas. Él no sabe qué hará con tantos instrumentos, con tantas herramientas, con tantos vehículos como ha fabricado, «Ya no puedo hacer más, creo que no me he olvidado de ninguno». Sería importante que las autoridades competentes tomaran nota e incluyeran en las colecciones de algún museo con los que cuenta o se construyen en la provincia, por ejemplo el Etnográfico de Mansilla de las Mulas, una sala a la fabulosa colección de este sencillo hombre de Reliegos. Se lo merece. Lugar: Casa de las Carnicerías. Plaza de San Martín, 1. Horario: laborables, de 19.00 a 21.00; festivos, de 12.00 a 14.00 horas.

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