La restauración más difícil de Sandoval

La fachada ha ‘desaparecido’ tras los andamios. El claustro del monasterio de Sandoval afronta actualmente la restauración más difícil. Lleva casi tres décadas apuntalado con una colosal estructura de acero. Ahora se han añadido más postes y cimbras para sostener la arquería.

Lejos de estar encantados con la restauración, en la que la Junta invierte 408.160 euros, los vecinos siguen con suspicacia esta ‘rehabilitación en directo’, que, por otro lado, ha añadido ‘atractivo’ a la visita guiada al monasterio y a la gigantesca exposición que alberga desde el verano, Palimpsesto creativo.

La Dirección General de Patrimonio ha asegurado a este periódico que «los trabajos se han iniciado con la excavación de sondeos arqueológicos que han permitido documentar la cimentación del claustro». Una cimentación que es «suficientemente potente para soportar el peso de la arcada».

Mientras el Ayuntamiento de Mansilla Mayor y la asociación en defensa del Patrimonio Promonumenta eran partidarios de desmontar la fachada y ‘recolocarla’, la Junta sigue adelante con la solución técnica por la que apostó desde el principio: enderezarla con gatos hidráulicos, aunque dejando cierta inclinación, para que se aprecie el paso del tiempo. Una operación que entraña riesgos. La idea de tensar la crujía tiene en vilo al pueblo.

La alternativa tradicional, más segura, habría sido desmontar por completo la fachada, numerando los bloques de piedra, y reconstruirla. Según los expertos, esta opción sería factible sin aumentar el presupuesto.

Para la Junta, «el desplome de los pilares y el ligero desplazamiento de sus centros de gravedad hacia el exterior, se encuentran dentro de los límites de seguridad. Esta situación va a corregirse con las actuaciones que se van a llevar a cabo: la implantación en cada lado de la cimentación descubierta de sendos recalces, el aplomado parcial de la galería mediante medios mecánicos y la construcción de la estructura de cubierta sobre la galería».

En las excavaciones que se han llevado a cabo, y que van a ser ampliadas al norte y sur de la galería, en una banda paralela, para «el refuerzo estructural necesario», han aparecido restos de un empedrado que ha sido fechado a partir del siglo XVII.

Un diseño polémico

Con la intervención que pretende la Consejería de Cultura habrá una imagen incompleta del claustro, ya que la panda norte se quedará sin la fachada superior. Tampoco esta decisión ha sido del agrado del Ayuntamiento y Promonumenta, que lo calificó de «chapuza».

Marcelino Fernández, presidente de Promonumenta, ha venido defendiendo que monasterios como los de Santa María la Real, en Aguilar de Campoo, y el de Santa María de Valbuena, en la localidad vallisoletana de San Bernardo, «eran unas ruinas igual que Sandoval», pero «fueron reconstruidos en su totalidad».

El diseño prevé utilizar madera en el tejado y el forjado, con un suelo también de tablas de madera para que se pueda caminar por la segunda planta. Pero, en lugar de reconstruir la fachada, se dejará como está, semiderruida, y se colocará una barandilla. Y ello a pesar de que el Plan Director del monasterio de Sandoval contempla «reintegrar el claustro», así como el empedrado del suelo y sus parterres con vegetación.

El claustro que está siendo ahora restaurado sufrió un gran incendio en 1614 y fue reconstruido por completo por el maestro Andrés Zorlado en la década de 1620, ya que una pilastra indica el año de 1628 como fecha de finalización de las obras.

Tras décadas de abandono, el monasterio de Sandoval se ha convertido en un ‘pozo sin fondo’. De momento, las intervenciones puntuales han frenado los derrumbes, pero quedan aún muchas actuaciones hasta que esta joya cisterciense del siglo XII esté a salvo por completo.