Diario de León

«Se quedaron el dinero del ministerio»

Guillermo Rocafort, comisionado por el Ministerio de Fomento para la supervisión de la restauración del castillo del Cid, asegura que el alcalde de Jadraque miente y muestra los documentos que lo demuestran.

Guillermo Rocafort, comisionado del Ministerio para la rehabilitación del castillo del Cid con cargo al 1% Cultural, muestra los documentos que demuestran que el proyecto se aprobó. Abajo, a la izquierda, imagen de parte del claustro que se encuentra en l

Guillermo Rocafort, comisionado del Ministerio para la rehabilitación del castillo del Cid con cargo al 1% Cultural, muestra los documentos que demuestran que el proyecto se aprobó. Abajo, a la izquierda, imagen de parte del claustro que se encuentra en l

Publicado por
pacho rodríguez | madrid
León

Creado:

Actualizado:

El thriller de Jadraque se resume en una empresa sin cobrar que da en quiebra, la leonesa Seoane, y un Castillo, que debería ser orgullo de Castilla-La Mancha, al que como mínimo le falta un claustro (depositado en una nave de León) y un Ayuntamiento sin resolver el problema desde hace más de diez años. El resto es un enrevesado proceso lleno de contradicciones, que culminó con el comunicado del Ayuntamiento jadraqueño en el que acusa de expolio a Seoane, la empresa leonesa que lo reconstruyó y se arruinó porque no le pagaron, tal y como publicó este periódico el pasado jueves. Pero esto es solo una versión más. Eso sí, con un testigo directo.

Pero resulta que entre Jadraque y la empresa leonesa, entre el traslado a León del claustro del Castillo del Cid, entre Geocisa y el Ayuntamiento de esta localidad de Guadalajara, entre el dinero supuestamente perdido, y el sin cobrar, con varios alcaldes como responsables políticos cronológicos, entre el dinero destinado y la obra inacabada, hay tanto lío que podría quedar en nada y no ser más que un caso típico. Un caso más, diría el ciudadano de hace tiempo.

Pero resulta que hay un funcionario del Estado que no sólo contribuyó a intentar salvar el orgullo de Jadraque en forma de Castillo, según afirma, sino que de alguna forma representó al Ministerio en las difíciles gestiones destinadas a cumplir su cometido: la reconstrucción y recuperación de un espacio arquitectónico que tiene una catalogación similar a la Catedral de León. Este nombre propio de esta historia es el de Guillermo Rocafort, 75 años, ingeniero de Obras Públicas jubilado, enamorado de Jadraque aunque valenciano. Un tipo que lo guarda todo. Y que tiene más de dos mesas llenas de documentos con los que demuestra que «la obra se aprobó, se adjudicó la parte correspondiente a Seoane, el Ayuntamiento recibió el dinero. ¡Y se lo quedaron! Y Seoane ha sido víctima de una estafa en manos de unos sinvergüenzas», afirma, refiriéndose a los últimos alcaldes de Jadraque, a los que además de acusarlos de lavarse las manos adjudica varios delitos. Seis denuncias tiene presentadas ya al respecto. Y de alguna manera señala también a la justicia manchega.

¿Y Dolores de Cospedal qué opina de todo esto? «Sé que tiene que tomar cartas en el asunto y que ya sabe algo. Normal, porque tiene un tema entre manos que le puede estallar tarde o temprano. Hablamos de un monumento de inmenso valor tanto para la historia como para los jadraqueños. Yo sólo soy un jadraqueño más», relata Rocafort, que inunda de datos la conversación como si cualquiera fuera erudito en la materia. Todo lo imprime. Y dice que en su tiempo, todo documento era trasladado a su superior.

De esta manera desmiente punto por punto el comunicado del Ayuntamiento. Y sus acusaciones son graves, porque este asunto tan ajeno a León merece ser empezado por el final. ¿Hay solución? «Para que se solucione todo sólo hay que desarrollar el proyecto y que aparezca el dinero, unos dos millones y pico de euros, que llegaron al Ayuntamiento y han desaparecido. Lo tengo todo probado y denunciado», insiste Rocafort, que en su día fue funcionario comisionado para el control de la obra, tal y como aclara.

Según relata este funcionario jubilado, en 2001 se iniciaron los trámites en forma y se envió el proyecto al Ministerio de Fomento. En 2003, una comisión mixta aprueba los proyectos y dos fases de ejecución para el arreglo del Castillo del Cid, que figura en lugar destacado en la promoción oficial de Turismo de la Junta de Castilla-La Mancha. Es, entre medias, cuando se adjudica a Seoane la recuperación del claustro, y se decide el traslado a León. ¿Pero es normal ese traslado? «Sí, es normal que se lleve a un taller», explica Guillermo Rocafort, quien añade que «estaba todo en el proyecto de Geocisa. Por eso, también es responsable», añade.

Este mismo entonces funcionario hace memoria para sentar más bases: «Hay intereses creados a partir del momento en que el Ministerio de Fomento y Cultura conceden la subvención en el 1 por ciento cultural. Yo, antes, me entero de que hay esa petición del alcalde de entonces, y me vuelco en el tema. Estaba en la dirección general de Carreteras. Y las gestiones en Patrimonio sirven para que luchemos por nuestro sueño de recuperar el patrimonio», narra. Pero yendo al caso de Seoane, lo califica como grave acusación: «Ha habido un fraude contra Seonae y el presupuesto asignado desapareció», asevera sin dudar y sin miedo. «A Seonae se le encarga un trabajo, lo hacen, lo terminan y no se lo pagan», insiste. Respecto al reciente comunicado del Ayuntamiento, Guillermo Rocafort lo califica de «dos páginas falsas. Yo gestioné que fuera el dinero, pero no lo recaudé», afirma, además de reiterar que, entre medias, está «todo lo que se les ha robado y estafado a los Seoane. Que, por desgracia, para una empresa así supone la ruina», en referencia a la quiebra a la que ha llegado en la actualidad la empresa leonesa.

tracking