El silencio vergonzoso contra ETA

Hubo un tiempo en el que León-Bilbao casi quería decir turismo laboral. Involuntario, y con la familia a cuestas. Solo en dirección hacia allí. Tantas familias leonesas lo corroboran porque fue el signo de su vida, una oportunidad y la buena acogida del País Vasco. Salvo un escollo llamado ETA que amargó la vida a la población.

Lagun y la resistencia frente a ETA es uno de esos documentales que desde un tema concreto trasciende a todo el amplio tejido social que siempre hubo en Euskadi y que se convirtió en un clamoroso silencio en los años de máxima violencia de la banda terrorista. Samuel del Estal (Carucedo, 1962) es el director de producción de este filme que pone el espejo para que aparezcan los que vivieron y protagonizaron la resistencia civil, hartos del enrocamiento y el miedo. «Hasta hacer un silencio para mostrar tu desacuerdo con las muertes estaba mal visto. Eras un antivasco, un españolista, un maqueto y te convertías en un marginado. Lo que ocurrió en aquellos años fue una vergüenza», asegura. A Del Estal este trabajo le llegó desde su amplia trayectoria profesional en los medios de comunicación y audiovisuales, pero reconoce que el hecho de haber vivido en Bilbao, debido al traslado como maestro de su padre, le despierta todos los hilos sentimentales.

Por esto, también cuenta para remarcar un lado positivo, que el proyecto, impulsado por el periodista Luis Aizpeolea, ha contado con la colaboración de importantes actores de la realidad actual vasca como es el caso de la ETB, la Diputación de Guipuzcoa o la Consejería de Derechos Humanos del gobierno vasco. Pero, por ejemplo, en el documental queda constatado el horror cuando, al hilo de otro leonés, como es Raúl Guerra Garrido, el escritor Ramón Saizarbitoria reconoce con un directo «ETA me ha jodido la vida» como las circunstancias le llevaron a mirar hacia otro lado ante las amenazas al autor de El año del wólfram .

«Las nuevas generaciones no entienden ni son conscientes, porque les queda lejano algo que no lo es tanto. Y lo que pretende el documental es contar cómo fue articular esa resistencia. A través de una librería, como era la Lagun, que fue atacada por los de Cristo Rey, primero, y después por abertzales y proetarras», asegura, para demostrar cómo el imperio de la sinrazón hace que se imponga la intransigencia. O que al final todo fue «triste, aburrido, que terminó por hartar a todos», recuerda.

Aún así, la librería, aunque cambia de sede con el comienzo del siglo XXI, es símbolo de la resistencia y la de reberlarse ante lo que ocurrió en el País Vasco. Y puede resultar hasta escalofriante rememorar, como también lo hace Lagun y la resistencia frente a ETA , el momento en el que sus dos responsables, María Teresa Castells y José Ramón Recalde, los dos ya fallecidos, dan la lección máxima de dignidad negándose a aceptar la máxima presión ejercida por la kale borroka.

Y que se resumen en la expresión que vale, esta vez sí, más que mil palabras de dos personas en silencio en la puerta de su negocio protestando contra ETA.

Ese fue el sencillo gesto que desató una corriente de respuesta ciudadana, y que luego se fue completando como una resistencia total a nivel tanto del País Vasco como del resto de España.

En lo que se refiere más a la intrahistoria del documental, Samuel del Estal, como director de producción, se encargó de lo que asegura que es «una ingente labor no tan fácil como es la de encontrar documentación, conseguir archivos... A veces, no es tan fácil dar con él, y resulta además bastante costoso», afirma.

Pero aunque matice estos detalles de su labor, Samuel del Estal es un experto, además de profesor universitario, en producción de cine y televisión. Y formó parte del equipo mítico que arrancó Telemadrid. «Fui jefe de producción de Informativos del primer telediario que emitió el canal», recuerda con orgullo.

Todo este tramo de su vida pasó entre ese Bierzo de Carucedo, el País Vasco y Madrid. El resto ahora es volver a tierras bercianas, donde su pasión por su tierra es su establecimiento rural La Peregrina. Su gran acto hospitalario.