Diario de León

Los últimos tesoros desenterrados en León

El mapa secreto. El subsuelo encierra aún muchos misterios del pasado. En los últimos cuatro años 78 nuevos enclaves de la provincia leonesa, donde aparecieron restos —constructivos y humanos— desde el Calcolítico a la Guerra Civil, se han incorporado al inventario de bienes arqueológicos de la Junta.

Tumba de época romana aparecida en Galleguillos. Campamento romano de Candín y pinturas neolíticas en el Bierzo. DL / CADIERNO

Tumba de época romana aparecida en Galleguillos. Campamento romano de Candín y pinturas neolíticas en el Bierzo. DL / CADIERNO

León

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El mapa arqueológico de la provincia tiene 3.843 enclaves registrados, tras la incorporación de 78 nuevos en los últimos cuatro años. Es un auténtico mapa de los tesoros, donde están señalizados 3.431 yacimientos y 412 hallazgos aislados. Solo la Junta conoce las coordenadas exactas de todos los enclaves arqueológicos, con el fin de evitar expolios.

La utilización de drones y georradares ha permitido descubrir nuevos asentamientos militares romanos en San Andrés del Rabanedo, Valverde de la Virgen, Villagatón, Villamejil, San Justo de la Vega, Soto de la Vega, Villazala, Candín, Valdefresno, Santa Colomba de Curueño, Boca de Huérgano o Villamontán de la Valduerna. Pero también han salido a la luz vestigios de la Edad del Hierro en Palacios del Sil, La Pola de Gordón, Villapadierna, Vegacervera y Villaselán; o del Calcolítico, en Ardón y Castrotierra de Valmadrigal. Hay nuevos yacimientos medievales, como el de Carucedo, e, incluso, de época contemporánea, concretamente, de la Guerra Civil, en Villamanín. Asimismo, hay diez enclaves de época «indeterminada» en los que han aparecido vestigios: en Cármenes, Quintana del Castillo, Salientes, Grajal de Campos, Santiago Millas, Val de San Lorenzo, Oteruelo de la Valduerna, Jiménez de Jamuz, Villar de Golfer y Posada de Valdeón.

Cofres del tiempo

En una era en la que los satélites detectan, sin salir del despacho, reliquias enterradas desde hace milenios, algunos de los últimos hallazgos han sido descubiertos por casualidad, como consecuencia de la construcción de infraestructuras, canales de riego o por el interés de investigadores y aficionados.

En el subsuelo está escrita la ‘biografía’ de los pobladores que habitaron esta provincia desde la Prehistoria. Auténticos cofres del tiempo que han preservado restos que van desde la Edad del Hierro a la época moderna, esenciales para saber cómo eran y cómo vivían nuestros antepasados. La Junta renueva continuamente este inventario con todos los lugares arqueológicos de interés, donde incluye datos como su ubicación, cronología, tipología, estado de conservación, descripción general, materiales arqueológicos, tipos de actuaciones y planos. Sólo un mínimo porcentaje de los 3.843 yacimientos catalogados por la Junta han sido excavados. La falta de subvenciones ha reducido en los últimos años los proyectos de investigación y, consecuentemente, las prospecciones, que, prácticamente sólo se llevan a cabo cuando es imprescindible.

El título de Bien de Interés Cultural (BIC) solo ampara a once zonas arqueológicas, cuatro castillos —catalogados como patrimonio arquitectónico— y doce sitios con arte rupestre, tres de ellos son Peña Furada, Peña Piñera y Pendilla, donde hay destacados petroglifos. Estos BIC no se han librado de sufrir todo tipo de infortunios, como el expolio de la cueva Librán o la destrucción de los restos de Lancia por la construcción de la autovía León-Valladolid; o el caso de la villa romana de Los Villares, donde la concentración parcelaria resultó letal para los restos.

Nuevos enclaves
Hay yacimientos del Calcolítico, romanos, medievales y de la Guerra Civil

El yacimiento de Galleguillos de Campos no es nuevo, ni forma parte de las últimas incorporaciones. De hecho, los vecinos llevan años encontrando monedas y vasijas. Sin embargo, las obras de regadío del canal de Payuelos han destapado ahora cinco siglos de ocupación romana. Las excavaciones han sacado a la luz una necrópolis, un poblado y una calzada romana desconocida.

Los que sí han sido incorporados al mapa arqueológico son los 18 campos de maniobras en Trobajo del Camino y Otero de la Valdoncina utilizados por los romanos de la Legio VI y la VII. Los drones llevan meses rastreando el gran complejo militar que montó Roma en León, el mayor de toda Hispania. Por escritores como Polibio, Apiano o Séneca se sabe que los ejércitos de Roma realizaban prácticas de construcción de recintos militares. «Los restos de los campos militares de Trobajo del Camino se sitúan justo junto a la vía romana que antiguamente comunicaba Legio y Asturica Augusta (Astorga)» La suma de todos estos campos de entrenamiento sería inferior a las 20 hectáreas que ocupó en su momento el campamento de la Legio VII en lo que hoy es la ciudad de León.

Sostienen los expertos que aún queda mucho por descubrir del paso de los conquistadores romanos sobre estas tierras.

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