El vuelo musical de Elicio Barrio

Desde Cubillas de Arbas, el abuelo Antonio no sabía lo que hacía con aquel acordeón distónico. Ahora estaría orgulloso. Porque mientras lo tocaba inventaba una saga de acordeonistas. Seguro que el empeño autodidacta de aprender era tan grande que no tenía tiempo de reparar en tamaño suceso que iba a ocurrir. Pero iban a llegar su hijo Elicio y su nieto, del miso nombre, Elicio, para corroborarlo. Casi para formar una marca de acordeonistas, los Barrio, que son santo y seña de la música leonesa de las últimas décadas. Hasta el día de hoy, que este último, siguiendo la estela de ese vuelo musical, es uno de los instrumentistas más completos de la escena leonesa y la confirmación de que aquel fuelle del abuelo era un vals decidido a mejorar con el tiempo.

El vuelo del ángel podría ser el de Elicio Barrio. Desde Villaobispo, lugar donde reside, participó y resultó vencedor de la categoría para mayores de 18 años en Acordeón Varieté de la tercera edición del concurso Aris del Puerto, en Ponferrada. Tocó El vuelo del ángel . Bueno, lo perfeccionó. Lo celebra Barrio con modestia, casi exigiendo la ausencia de adjetivos triunfalistas. Pero lo agradece «a la familia Del Puerto, el Instituto de Estudios Bercianos, la Uned y el Ayuntamiento de Ponferrada, al jurado». Lo que pasa es que Elicio Barrio tiene más en mente la continuidad que el hacer incisos. «Para mi ha sido un honor. Porque era ponerme a prueba ante un tribunal exigente, a nivel nacional. Y volví a sentir ese hormigueo de los nervios de tocar delante, aunque fuera online, de gente que sabe tanto», confiesa hilándolo con sus tiempos de estudio en el Conservatorio.

Elicio Barrio, ayer en el parque de San Francisco. FERNANDO OTERO

De ellos y la práctica ha sacado también sus conclusiones ante un instrumento que puede decirse que vive en tierra de nadie pero que nunca falta ni en lo clásico ni en lo popular, algo así como una herramienta tanto callejera como propicia para los salones hasta cinematográficos. Como un instrumento que siente. «Es que el acordeón es polivalente, se adapta a todos las músicas. Y se convierte en universal», relata. Y en su caso lo demuestra tanto en su actividad dando clase a alumnos de todas las edades en el Aula de Acordeón Cerecedo. «Tengo alumnos de 9 a 75 años. Para mi la clave no es impartir un programa igual para todos sino adaptarme a lo que cada uno necesita. Encontrarle los atajos para que aprenda», reflexiona.

Y resulta que así la virtud genial de Elicio Barrio es que toda esa polivalencia de un instrumento que domina al más alto nivel también se da en su talento musical. Y lo demuestra en sus actividades como músico de escenario. Aquel Pandetrave, grupo folk leonés, resultó una bendición para León en su momento, llamados a hacer época aunque luego la trayectoria se interrumpiera. Pero Barrio también se adapta al espíritu festivo y de baile del acordeón. Que aunque él diga que «el sentido de toda la armonía a partir de Bach es el mismo», su caso es de los que demuestra que la música es un lenguaje atemporal.

Kabás Ensemble es su proyecto en grupo en la actualidad. Pero en breve, como esa historia musical de Elicio Barrio que siempre continuará, comenzará un proyecto en disco con toda la música que ha tocado hasta hoy.