Al Ademar le sientan bien las copas (39-37)

Soberbia manera de cerrar una semana de copas. El Abanca Ademar jugará la final de la Asobal este domingo (19.30 horas) frente al Barcelona después de derrotar al Granollers (39-37) merced a uno de los partidos más completos y serios de los de Cadenas esta temporada, pájara inicial al margen. Ni el cansancio, ni las lesiones, ni el mal comienzo de duelo impidieron la avalancha leonesa con exhibición de Deividas Virbauskas y Panos, el MVP de la semifinal. Pero lo justo sería decir que todos los jugadores ofrecieron su mejor versión para regalarle a un Palacio entregado una final donde poco importa ya el título. 

Impresionante ambiente para una segunda semifinal copera que arrancó trepidante, con ambos conjuntos imprimiendo un ritmo endiablado y eso sí, demasiados goles en apenas cinco minutos. Yusuf y Antonio García castigaron la defensa leonesa con el tiro exterior mientras David hacía lo propio para Ademar. Sin Santista en el pivote, Tiago tenía la responsabilidad de mejorar sus pésimos números en ataque y un mal tiro suyo provocó la primera ventaja del duelo (4-6). Los catalanes aprovechaban los errores locales y Cadenas, como casi siempre, tuvo que pedir tiempo muerto en el 8 para resetear a los suyos. Los continuos pases errados dejaban contras que Granollers no desaprovechó (5-10).

No anda fino Antonio Martínez desde los siete metros. El extremo leonés falló y Granollers con sólo cinco jugadores en pista hizo un parcial de 0-2. Qué de problemas tiene este Ademar a la hora de defender. Ni por el centro, ni por lo extremos encontraban excesiva dificultad los de Antonio Rama para anotar (9-14) y Panos entró por Saeid porque tampoco la portería ayudaba a frenar la avalancha. Apareció la segunda unidad leonesa en pista y aunque atrás la inestabilidad fue muy parecida, entre Kim, Darío y Zapico le dieron algo más de verticalidad al ataque. Un siete metros detenido por Saeid y a continuación otro transformado por Castro redujeron distancias para enganchar de nuevo al Ademar al duelo (15-17, minuto 24). Granollers quitó el pie del acelerador, lógico en parte porque ese ritmo inicial es difícil de mantener, y David colocaba al equipo leonés uno abajo. Gran reacción del Ademar. Ahora Rama era quien detuvo el encuentro para corregir su defensa.

Dos medios tiempos para cada equipos

Si los primeros 15 minutos fueron del cuadro catalán, los siguientes pasaron a manos del Ademar, que incluso tuvo balón para irse arriba al descanso aunque no lo aprovechó (18-18). A Cadenas le funcionó el banquillo mientras que a Rama reservar a Yusuf y Antonio le salió caro para respiro de un Ademar que vio la eliminatoria casi perdida y se ganó otra vida extra para la segunda mitad. Moneda al aire.

Tremendo Panos en el arranque con dos paradas que mantuvieron las tablas en el luminoso. Ademar estaba con confianza y al fin puso su primera máxima (21-19) gracias a Deividas y Darío. Con 21-20 se paró el partido por lesión de uno de los árbitros, lo que obligó a entrar en escena a una nueva pareja de colegiados. 

Deividas estaba de dulce y se echó el equipo a la espalda bien asistido por Juan y a la que Ademar encontró las contras Antonio, ahora sí, acertaba para poner tres arriba al Ademar (25-22, minuto 37). Quedaba una eternidad por delante y en el ambiente sobrevoló la duda de si los de Cadenas serían capaces de evitar la recurrente desconexión de cada día.

Enorme Panos en portería

Panos aportaba y Ademar circulaba el balón con tremenda efectividad de un lado a otro. Todos estaban muy centrados, sin pases tontos y encontrando espacios por los extremos (29-26). Ovación del Palacio ante la enésima parada del portero griego. Su aportación atrás unida a la intensidad defensiva del Ademar provocó que Granollers entrara en pánico. No encontraba Rama el camino para meterle mano a un conjunto ademarista serio como pocas veces esta temporada y que al paso por el minuto 47 mandaba 32-26.

Y llegó el tramo final, la hora de la verdad con un Abanca Ademar concentrado al que el cansancio no le estaba pasando factura, al menos de cara a la galería y un Granollers que quemaba sus naves a base de latigazos (35-32, minuto 52). Era momento de rematar un gran partido y culminar una notable semana que comenzó en Pamplona. Y ahí apareció la garra, la gloria y la historia de un club que tiene el prestigio de los grandes y sí, demostró que puede hacer cosas importantes incluso en los momentos más complicados. Sí, están en la final y sí, al Ademar le sientan bien las copas.