Sin Cadenas no hay paraíso

Sin desmerecer a la dirección deportiva del Ademar, a nadie se le escapa que hoy por hoy la mayoría de fichajes que acomete el club son posibles gracias al cartel nacional y sobre todo internacional que todavía tiene Manolo Cadenas. Con un presupuesto cada vez más limitado, los grandes nombres se antojan una quimera y la filosofía del técnico de Valdevimbre pasa por jugadores «jóvenes, con proyección y sueldos más bajos», tal y como remarca el propio responsable del banquillo. Las tres primeras incorporaciones oficiales para la 2021-22 —Guilherme, Milosavljevic y Papantonopoulos— cumplen esos requisitos y en ambos casos han señalado que les convence el prestigio del Ademar pero sobre todo el hecho de ponerse a las órdenes de Cadenas.

«El Ademar es uno de los grandes clubes de España y tan pronto como recibí la llamada de Manolo inmediatamente decidí aceptar el ofrecimiento», remarca el portero griego, sustituto de Dino Slavic. «Tendré una gran mejora con él», insiste Papan. Tampoco se explican refuerzos como el de Khalifa —campeón de Europa con el Vardar—, Pedro Martínez —internacional con Argentina— o Tin Lucin si el preparador leonés no estuviera a los mandos. Toda una bendición en tiempos de recortes y con la estocada que ha dado la pandemia de coronavirus.

Y la fórmula, aunque arriesgada, de momento no le va mal a un Ademar acostumbrado a sacar brillo a la mayor parte de sus integrantes. El pasado curso el equipo acabó la Liga en segunda posición —con plaza europea asegurada— y sin perder un solo encuentro como visitante. En el actual rindió a un gran nivel en la Liga Europea y se metió en la final de la Copa del Rey llevándose además billete para la segunda máxima competición continental.

El equilibrio entre lo económico y deportivo no siempre es sencillo pero sí una máxima innegociable para la directiva de la entidad marista. Con Cadenas se aseguran que habrá talento y un equipo competitivo aunque a veces inexperto. La pérdida de veteranos también puede convertirse en un arma de doble filo. A final de temporada saldrán Feutchmann y Carrillo, dos pesos pesados que sin embargo no tienen hueco en los planes futuros. Un papel que puede asumir Juan Castro, objetivo principal del entrenador para sustituir a Natán Suárez, otra de las perlas que en solo un año en el club ha llamado la atención de un equipo extranjero. En su caso lo tiene hecho con el Sporting de Lisboa. Aunque el claro ejemplo de crecimiento estelar lo protagoniza Rubén Marchán, que se irá al Nantes tras dos temporadas en León habiéndose convertido en titular indiscutible en la selección española.

Al margen de los tres fichajes que ya se conocen, Manolo Cadenas sondea el mercado en busca de, al menos, otros dos laterales y un pivote.