Campeonato de veteranos en Riomonte

Como cada año el 6 de diciembre, coincidiendo con la fiesta aniversario de la Constitución, la Sociedad de Cazadores y Pescadores Riomonte ha organizado el campeonato homenaje a los veteranos. Fresno del Camino, localidad muy próxima a León, acogió este evento lúdico-deportivo en el cual, y tras una suelta de faisanes, los mayores de 60 años acompañados siempre por su perro, intentan levantar y abatir el mayor número posible de aves. Bien es verdad que, a pesar del entusiasmo de los participantes, pocas veces se consigue recuperar mas del 60 % de los pájaros soltados quedando el resto para disfrute de los socios del coto y, especialmente, de las alimañas, zorros y rapaces en los días posteriores.

Tras el desayuno de rigor y siempre dirigidos por Miguel Fierro, residente de la sociedad y delegado provincial de la Federación de Caza, y su equipo, los participantes se desplazaron al cazadero ya dispuesto para el inicio de la jornada previsto para las 10,30 horas. A lo largo de las tres horas siguientes se desarrolló la búsqueda de los 200 faisanes sembrados en el campo. Esta ave, de buen tamaño, apeona cuando no se oculta mimetizándose con la vegetación. Si se ve muy apurada, arranca con velocidad si bien el tiro de arrancada puede considerarse fácil, pues basta un perdigón del siete para abatirle. En todo caso, cuando cruza a la distancia de 40 o 50 metros, máxime en la espesura, no resulta tan sencillo y es preciso calcular la velocidad y adelantar el tiro.

Este «campeonato» de veteranos surgió como una idea de Miguel Fierro hace 34 años. «Entonces el Imserso subvencionaba generosamente. Ahora no nos dan ni un euro» explica el presidente de Riomonte. La jornada finalizaba con la entrega del título al faisanero mayor, Eduardo Pérez Alvarez, con 17 faisanes. «Siempre queda la duda, comenta Fierro, de si los ha cazado todos él, pues no falta la picaresca que perdonamos pues se trata de una fiesta». Y la fiesta finalizó con una suculenta comida campera en la que no faltó la paella, la carne asada o el botillo berciano, todo ello regado con el prieto picudo leonés que siempre «se deja» beber en estos días de campo.