Diario de León

Caza

Caza menor con nubes y claros

La temporada levanta el telón el 24 de octubre y lo hace con perspectivas aceptables, que no altas Conejo, perdiz y liebre (menos ejemplares que los deseados) son las piezas estrella

Un cazador con su perro en la campaña pasada de caza menor en la provincia leonesa. JESÚS F. SALVADORES

Un cazador con su perro en la campaña pasada de caza menor en la provincia leonesa. JESÚS F. SALVADORES

León

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La temporada de caza menor levanta el próximo domingo 24 de octubre el telón. Y lo hace con una mezcla entre ilusión e incertidumbre. También con las previsiones de irregularidad en cuanto a su desarrollo y resultados dependiendo de las zonas.

Después de una media veda que no resultó como se esperaba (las previsiones eran mejores que la nota de aprobado final), los aficionados a la caza van a tener por delante tres meses de actividad (jueves, sábado y domingo por semana) en unos campos leoneses en los que a priori deben ser las estrellas la perdiz, la liebre y el conejo. Y en cada caso con una especificidad clara. También en cuanto a las perspectivas.

Empezando por la perdiz, se puede decir que las previsiones apuntan a un aprobado alto. Con cría tardía en alguna zona de León a buen seguro podrán encontrarse bandos destacados. Pero no va a ser esa la tónica dominante. Y eso va a condicionar las perchas de los cazadores cuyo número de piezas puede ir en algunos lugares de aceptables a otros, en este caso como viene siendo habitual en los últimos años, a aprobado tirando a notable.

Del cielo al suelo. Y ahí la liebre y el conejo aparecen como las piezas más apetecidas en la caza menor. En el primer caso las cifras de ejemplares no van a ser lo que se preveía y tampoco lo más deseable. La mortandad de más liebres de las esperadas a causa de temas sanitarios (los dichosos virus) ha diezmado su población. Bien es cierto que no hasta cifras alarmantes pero sí para que los cazadores no puedan atisbar a los ejemplares que deseaban. Si a eso se une la irregularidad por zonas en cuanto a presencia, se puede decir que en algunas incluso dar con una liebre va a ser tarea harto complicada.

Su ‘hermano’ el conejo, también afectado por los condicionantes sanitarios aunque en menor medida, tampoco presentará cifras que hace unos años eran habituales. Eso sí, sin verse tan afectado como la liebre.

Todo ello sin duda alguna marcará el devenir de una temporada de caza menor que se extenderá hasta el 23 de enero y que los cazadores han esperado como agua de mayo. Más bien de octubre, noviembre, diciembre y hasta enero. Meses en los que podrán comprobar su pericia y también las opciones para que sus jornadas puedan tener la recompensa deseada.

En cuanto a la liebre con galgo, el periodo hábil se iniciaba el pasado 12 de octubre para extenderse hasta el 23 de enero de 2022 mientras que con el jabalí en sus diferentes modalidades lo hacía el 26 de septiembre y se prolongará en este caso hasta el 27 de febrero del próximo año.

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