Dar un paso de gigante en Europa y billete a la Asobal

No ha podido empezar peor el año para el Abanca Ademar, que acumula dos derrotas consecutivas en Liga en apenas cinco días —Bidasoa y Benidorm— y otras dos más en enero durante los partidos amistosos que organizó mientras se disputaba el Mundial de Egipto. Cuatro derrotas y solo una victoria no oficial —con el Valladolid— demuestran que al equipo no le está sentando bien el 2021. Un escenario diametralmente opuesto al de finales de 2020, cuando encadenó su mejor racha de victorias. Nadie dentro del vestuario pone excusas, ni Cadenas ni tampoco los jugadores. De hecho el máximo responsable del banquillo insiste en que todo pasa por jugar mejor, algo que ahora mismo brilla por su ausencia. «Esta semana tendremos más oportunidades pero la pena es que el otro día —por el partido contra los irundarras— no aprendimos la lección y espero que dos lecciones seguidas sirvan de revulsivo para jugar de otra forma».

El exigente calendario impuesto esta temporada apenas da un respiro, ni tiempo para analizar a fondo dónde está fallando el equipo. La defensa se ha convertido en el principal talón de Aquiles pero tampoco es que en ataque haya excesiva fluidez. Así las cosas, esta semana se presentan dos nuevas pruebas de altura tanto en Europa como en Liga. Mañana visitará el Palacio de Deportes el Chekhovskie Medvedi —20.45 horas— y el jueves los leoneses recuperarán el encuentro aplazado frente al Huesca.

Dos oportunidades de capear un mal temporal que al mismo tiempo pueden tener doble premio. En el caso del duelo ante el conjunto ruso —de sumar los dos puntos— dejaría prácticamente a los ademaristas en los octavos de final de la segunda máxima competición europea. En la actualidad son segundos del grupo I —pasan los cuatro mejores— y ya le sacan tres de ventaja al quinto clasificado con un partido menos. Misma ventaja que tienen sobre el propio Medvedi, al que pueden quitarse de encima venciendo este martes.

En cuanto al choque con el Huesca la recompensa en mucho mayor que el simple hecho de seguir compitiendo por los puestos que dan acceso a la Liga Europea. Un triunfo les asegurará su presencia en la Copa Asobal, cuya fecha de celebración aún está en el aire.

Por todo ello, el Ademar se mentaliza para vivir dos partidos trascendentales separados por apenas 48 horas. Uno como local y otro lejos del Palacio. Esta tendría que ser una semana de tres enfrentamientos, pero el coronavirus ha hecho que el Cisne —rival de este sábado— se vea obligado a cumplir diez días de aislamiento tras detectarse un positivo en su plantilla. Ambos clubes deberán ponerse de acuerdo para fijar una nueva fecha.