Diario de León

La defensa lastra la mejoría del Ademar

Saeid debutó al fin con el Abanca Ademar y se convirtió en uno de los mejores del equipo con intervenciones de mérito. MIGUEL F.B.

Saeid debutó al fin con el Abanca Ademar y se convirtió en uno de los mejores del equipo con intervenciones de mérito. MIGUEL F.B.

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Depende de cómo se mire la botella —si medio vacía o medio llena— el empate de ayer del Abanca Ademar (32-32) contra un combativo Benidorm puede verse con los brotes verdes de un equipo que demostró compromiso, ilusión y cierta mejoría en su juego o quizá como otra oportunidad perdida de dar un golpe encima de la mesa ante los rivales que se presuponen de tu Liga. Los leoneses tuvieron el triunfo en sus manos. Y no hablo solo de la última y aciaga jugada, en la que un valiente Antonio Martínez tomó la responsabilidad de lanzar desde los siete metros a ocho segundos del final. Me refiero más bien a la renta de +4 que dejaron escapar en la segunda parte sin que Cadenas anduviese rápido a la hora de detener el encuentro. Para cuando lo hizo, en el minuto 54, los alicantinos ya estaban del todo desatados.

Fue un duelo eléctrico, polémico por varias actuaciones arbitrales que desconcertaron a ambos equipos y en el que las pizarras dieron sus frutos. Latorre con su clásico ataque sin portero y siete jugadores y Cadenas colocando a Castro y Kim en los extremos para tapar las carencias defensivas de los suyos. El Ademar se encomendó de nuevo a su ‘big three’ en ataque —Juan, David y Antonio— pero ayer fueron muchos otros los que quisieron dar ese paso adelante tan necesario. Grandes aportaciones de Boskos, Tiago y Santista, aunque en general todos fueron de más a menos. Deividas, por su parte, apareció al fin, siendo todo un referente en la dirección del juego, pero se lesionó.

Empezó en la portería Panos, con Saeid esperando su momento y dándole indicaciones al griego cada vez que recibía un gol como si de todo un veterano se tratase. Y de hecho lo fue, porque ejerció de agitador cuando se puso bajo palos en el segundo tiempo. Con él el porcentaje de paradas se vino arriba, tanto que se metió a los aficionados en el bolsillo en apenas cinco minutos. Protestó, pidió apoyo a la grada y sobre todo dejó claro que hasta que se marche debe ser el titular.

El Abanca Ademar remontó el 0-2 inicial de Benidorm y se mantendría con un +2 prometedor hasta el paso por vestuarios (18-16). Luego, una salida fulgurante de los leoneses amplió la ventaja hasta los cuatro de diferencia. Ambas porterías no sumaban lo suficiente y eran los ataques los que superaban con claridad las defensas, de lo que se beneficiaba un Ademar con juego coral y muchos jugadores aportando de cara a gol.

Sabía Latorre que el encuentro aún se les antojaría muy largo y a diferencia de los ademaristas, a él si le sentaron bien las rotaciones. Sin embargo los de Cadenas comenzaron a dar ciertos síntomas de agotamiento tras 48 minutos donde no perdieron la intensidad, con errores sí, pero sin bajar los brazos. Un segundo encuentro dio comienzo entonces, cuando en el luminoso aún restaban diez para el final. Ahí el cansancio le jugó una mala pasada al Ademar, incapaz de mantener la ventaja. Con el 31-31 los dos equipos iban a gozar de oportunidades para vencer, más si cabe un Abanca Ademar al que le fallaron Castro y Antonio justo en el momento clave.

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