¿Un grupo sin Barça ni Valladolid?

El próximo 13 de junio está previsto que la Federación Española de Balonmano dé a conocer el calendario de Liga de la 2020-21 y cómo será el sistema de competición que, si no hay cambios de última hora, pasará a contar con dos grupos de nueve equipos cada uno. Una decisión con la que la Asobal no está de acuerdo, porque consideran que perjudicará el espectáculo y agravará la crisis económica que se avecina a causa del Covid 19. El Ademar, al menos su directiva, ha sido una de las más críticas con el giro que pretenden darle desde el máximo órgano federativo a la próxima campaña. No entienden que no se vaya a respetar la decisión de la mayoría de clubes, quienes apuestan por un todos contra todos a doble vuelta como se ha venido haciendo en los últimos años.

A falta de hacerlo oficial, los dos grupos parecen imponerse a la opción de Liga regular, pero aún no están definidos los criterios que tomará la Federación para dividir a los equipos. Solo se sabe que serán de ocho conjuntos en una primera fase y que los cuatro mejores pasarían a integran un segundo grupo después en el que lucharían por alzarse con el título. Los diez restantes harán lo propio pero en este caso para evitar las cuatro plazas de descenso. Hay quienes hablan de repartir a los equipos entre pares e impares según la clasificación final de la recién cancelada Liga. De ser así, los de Cadenas no se cruzarían en un primer momento ni con el todopoderoso Barcelona, ni La Rioja, Cuenca o Guadalajara.

También barajan la opción de colocarlos en función de las diferentes zonas del país, en un ejemplo similar al de los grupos de Segunda División B en el fútbol. Otra tercera vía puede ser el sorteo puro, lo que incluso podría dejar a los leoneses sin el derbi regional frente al Atlético Valladolid, uno de los que más afluencia de público genera tanto en el Palacio como en el Huerta del Rey. La mayoría de presidentes de los clubes de élite no quieren verse privados de que los mejores equipos del país pasen por sus pistas. Creen que es un perjuicio para los propios deportistas y sobre todo de cara a los aficionados, que pagan sus abonos o entradas para ver a los suyos medirse ante los mejores.

Desde la federación esgrimen que esos encuentros podrían darse en la segunda fase, pero no es cierto del todo. Si por ejemplo el Ademar pasa entre los cuatro mejores a la segunda ronda de la competición liguera en un hipotético grupo A y el Valladolid, que podría irse al grupo B, no se clasifica, la 2020-21 se quedaría huérfana de derbi regional.

Asimismo, no queda muy claro, en caso de que se mantenga el criterio de la Española, qué tipo de sistema competitivo se llevaría a cabo en la segunda fase. ¿Volvería a ser a doble vuelta y todos contra todos? ¿Habrá play off o final four para luchar por el título? ¿Y los puestos de descenso serán directos los cuatro o tres directos y un cuarto en fase de promoción? Muchas dudas que de momento no tienen contestación oficial.