Diario de León

La Liga se pone al rojo vivo

Un gol de Acuña condena a los de Simeone, que ya sienten de cerca toda la presión de Madrid y Barcelona (1-0)

Luis Suárez y Acuña, autor del gol del Sevilla, discuten tras una acción del partido. JULIO MUÑOZ

Luis Suárez y Acuña, autor del gol del Sevilla, discuten tras una acción del partido. JULIO MUÑOZ

Publicado por
José M. Andrés
León

Creado:

Actualizado:

Hay Liga. Vaya si la hay. El Atlético tropezó ante el Sevilla (1-0) en el Sánchez Pizjuán en el primero de los diez obstáculos que le quedaban para defender con éxito su liderato y con ello el Real Madrid se sitúa ya a tres puntos de los rojiblancos, mientras que el Barça podría ponerse a solo uno en caso de derrotar al Valladolid en el Camp Nou. Fue en un duelo en el que se vio desbordado en el primer tiempo pero en el que encajó cuando mejor estaba y con polémica, pues el decisivo gol de Acuña llegó tras una acción que comenzó con una mano clara de Ocampos.

Con Lodi por el carril izquierdo en un dibujo táctico de tres centrales, algo que generalmente Simeone ha desechado en favor de la presencia de Carrasco, ausente esta vez, el Atlético optó por la presión alta de inicio. Sin embargo, el Sevilla venció esa primera barrera con una gran salida de balón y se desplegó además con velocidad en el pase para exigir a Oblak por primera vez en un disparo de zurda de Suso desde el costado derecho. Fue un aviso. Apenas unos minutos después, Saúl pisó a Rakitic en área colchonera con el consiguiente penalti. Situación comprometida, pero menos cuando tu portero es Oblak. El esloveno, que permitió la victoria frente al Alavés en el Metropolitano en la última jornada deteniendo una pena máxima a Joselu en los últimos minutos, volvió a sostener a su equipo para atajar el lanzamiento de Ocampos desde los once metros.

Desacertados

Ocampos falló un penalti en la primera parte y Correa tuvo el empate en sus botas al fina

Negaba el balcánico tras la acción, como advirtiendo de que eso de perforar su puerta iba a resultar complejo. Lo cierto es que el partido transcurría a ritmo frenético, con ida y vuelta y una intensidad inusitada, aunque también con la sensación evidente de debilidad defensiva visitante. Superado por el Sevilla, el Atlético apenas opuso un disparo de Lemar, atrapado por Bono.

Mientras el conjunto andaluz tocaba con velocidad y precisión a través del acierto de Suso, Jordán o Rakitic por dentro, su rival se desgastaba, impotente en el intento por robar el balón. Ocampos y Navas, dos puñales por los carriles, lo seguían probando y al Sevilla solo le faltaba la guinda del gol para trasladar su dominio al marcador. Los minutos transcurrían sin que el guion cambiase, lo que acabó definitivamente por convencer a Simeone de la necesidad de dar la vuelta a su planteamiento: Correa por Lodi, defensa de cuatro y más presencia en zonas ofensivas para tratar de tener el balón. El giro en el planteamiento colchonero mejoró algo la versión atlética, aunque tampoco terminó de arrojar el resultado pretendido, al menos en lo que restaba del primer acto. Si alguien acumuló méritos al descanso fue el Sevilla, pero la mejor noticia para el líder camino de la pausa fue la igualada sin goles. En un escenario así, solo los grandes talentos pueden decidir. Ahí apareció el proverbial desequilibrio de Navas por banda derecha. El eléctrico jugador de Los Palacios se jugó el tipo para poner un centro que el otro lateral, Acuña, embocó a la red de cabeza. Se quejaron los futbolistas colchoneros de una mano de Ocampos previa, que ciertamente existió, pero árbitro de campo y de VAR juzgaron que esa acción no tenía continuidad con la jugada del tanto, algo discutible a tenor de que la posesión sevillista comenzó precisamente a raíz del impacto en la mano del argentino.

El Sevilla supo aguantar y pone la Liga al rojo vivo.

tracking