Un Órbigo de talla nacional
Castilla y León se cuelga la plata y a nivel individual Castro Pinos acaba cuarto.
El río Órbigo se convirtió en el epicentro nacional de la pesca a lo largo de cuatro días. JESÚS F. SALVADORES
M. ÁNGEL TRANCA | LEÓN
León, cuna de grandes pescadores y donde la afición a la caña y sedal es sobresaliente acogió el Nacional de salmónidos mosca. Lo hizo en las aguas del río Órbigo con Santa Marina del Rey como localidad anfitriona.
Y como no podía ser de otra manera los representantes provinciales dejaron patente su calidad logrando dos de ellos colgarse la medalla de plata como integrantes del combinado autonómico (Juan Miguel Barrientos y Juan Carlos Castro) mientras que en el apartado individual los mundialistas Pablo Castro Pinos y David García Ferreras fueron los mejor clasificados ocupando la cuarta y séptima posición respectivamente aunque de manera sorpresiva ninguno puntuaba a nivel de equipos.
En una competición en la que tomaron parte 134 pescadores, muchos con vitola de internacionales, el triunfo final correspondería al vasco Julen Aguado con 70 puestos, doce menos que e andaluz Emilio José González que se hacía con la medalla de plata mientras que el castellano-manchego Javier Campos lograba cerrar el cuadro de honor superando en sólo ocho puestos a Castro Pinos que después de una destacada remontada se quedaba a las puertas del podio. Eso sí, un lugar que pone nombre a su billete para el próximo Mundial.
En cuanto a selecciones autonómicas Castilla y León lograba el segundo puesto con 157 puestos, apenas ocho más que Galicia que comandada por David Arcay lograba el cetro de campeona mientras que Cataluña, con Oliveras como primer espada, finalizaba en la tercera posición justo por delante de Asturias. En cuanto a la clasificación de Alto Nivel el mejor leonés era Pablo Castro Pinos al que sólo superaron Aguado y Emilio José con otro pescador provincial, García Ferreras, en la cuarta plaza, Ricardo Callejo la sexta y el bañezano, que competía por Extremadura, también notable en el Órbigo, Rubén Santos Becerro, la séptima.