Recurrente fragilidad exterior

Ayer otro partido más en las últimas fechas en la que la Cultural vuelve a sufrir descaradamente en acciones en las que el equipo rival busca el juego exterior. Encuentros como los de Bilbao Athletic, Extremadura, Rayo Majadahonda, Racing de Santander o SD Logroñés el pasado fin de semana fueron ejemplos continuos de la debilidad en cuanto a conceptos defensivos se refiere en acciones de ataque que provienen de zona exterior. Bien con llegadas en uno para uno, con centros laterales, o ganando espacios a la espalda de la línea defensiva, los equipos rivales continúan intentando de manera intencionada penalizar a los leoneses en jugadas de este tipo. En la tarde de ayer en Riazor de manera palpable esto comentado se repitió, tanto William como Quiles buscaron generar superioridades con sus laterales y a partir de ahí finalizar las jugadas con centros o golpeos en las zonas mencionadas. Los dos goles de los gallegos, ejemplo fiable de todo esto, en el primero Héctor Hernández incorporado desde el lateral buscó un centro lateral simple y común, el mal posicionamiento previo al centro, y la ausencia de vigilancias de zonas de posibles caídas de balón ante corte de área, provocaron que Quiles encontrase un balón en la frontal y anotase encontrando a Sotres desubicado después de su despeje. En el segundo gol anotado de penalti por el propio Quiles, nos encontramos con una acción previa en la que un balón aéreo y directo sobre William en la zona izquierda, es mal defendido de nuevo en la vigilancia exterior. Un inexistente posicionamiento previo ante golpeo largo rival, provocó que Fran Cruz tuviese que correr hacia atrás cuando el balón ya le había superado, William con ventaja encaró área y fue derribado dentro de ella en su intento de buscar portería.

Son ya 41 goles encajados por los leoneses esta temporada siendo el equipo que más encaja de la categoría, la solución a este problema no puede venir únicamente con simples cambios de estructuras sistémicas que no poseen mecanismos de juego que le den sentido. En este caso, más allá de la clasificación o del rendimiento de los jugadores a nivel individual, sería imprescindible encontrar causas concretas colectivas porque no es una cuestión de actitudes si no de aptitudes tácticas colectivas.