Diario de León

BALONMANO | LA CANTERA, A ESCENA

Carla Caballero: «Mi reto es consolidar el balonmano femenino en el Ademar»

Es la única entrenadora dentro del organigrama del Ademar y dirige al equipo alevín, donde también juegan cuatro niñas

Carla Caballero Bravo se sumó este año a la cantera del Ademar como entrenadora del alevín. RAMIRO

Carla Caballero Bravo se sumó este año a la cantera del Ademar como entrenadora del alevín. RAMIRO

León

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Carla Caballero Bravo (Palencia, 1996) se ha convertido en una pieza clave dentro de la cantera del Abanca Ademar desde que se incorporó al club leonés esta misma temporada. Única entrenadora en el organigrama marista —y una de las pocas que en general se dedican a la formación de jóvenes en la provincia— está al frente del conjunto alevín, donde también militan cuatro jugadoras. «Me gustaría que todas las categorías del Ademar cuenten con un equipo femenino en el futuro», señala.

—Conoces bien el mundo del balonmano entre otras cosas porque antes de fraile fuiste cocinera. ¿Es cierto que siempre te llamaban de una categoría superior a la tuya?

—Jugué muchos años a balonmano desde benjamines con ocho o nueve años. Era pivote en el Club Balonmano Palencia Femenino. Es verdad que siempre he jugado con las mayores. Por ejemplo con 15 años ya entrené con el equipo que estaba en Primera Nacional, donde hacíamos cuatro horas mínimo de lunes a viernes. Mis padres siempre me apoyaron para compaginarlo con los estudios. Ascendimos a División Honor Plata y jugué cuatro años.

—¿Por qué lo dejaste?

—Por motivos de estudios lo dejé con 19 años.

—¿Y cuándo decides que quieres ser entrenadora?

—Desde los quince años entreno a benjamines. Lo compatibilizaba con jugar. Más adelante el coordinador de la base del Club Deportivo Balopal me ofreció trabajar con ellos. Fui la primera mujer que entrenó en ese club. Durante algún tiempo compatibilicé el femenino del Balonmano Palencia con ellos hasta que ya me decanté por el Balopal. Allí entrené en varias categorías hasta el infantil, donde tenía a 30 niños. Progresamos poco a poco pese a que casi nadie daba un duro por nosotros.

—¿En qué momento aparece la oportunidad de entrenar en la cantera del Ademar?

—Fue esta temporada. Me lo propuso Luis Puertas, que ya me conocía de la Selección de Castilla y León.

—¿Qué sentiste?

—Fue increíble volver a entrenar y encima en un equipo donde hay niñas. Un gran reto y más en un club como es el Ademar.

—Es el segundo año que el club leonés cuenta con jugadoras en su base. ¿Cómo prospera el proyecto?

—Tenemos cuatro en alevines y espero que a final de año seamos como mínimo diez. De cara al año que viene queremos aumentar esa cifra.

—Eres la única mujer que entrena en la cantera ademarista, ¿te ha costado ganarte el respeto de padres y técnicos?

—No, los padres han sido maravillosos conmigo. Al principio les chocaba, pero las mujeres somos mas conciliadoras y eso ayuda. Y lo mismo con el resto de entrenadores, hemos hecho una piña enorme.

—¿Qué es lo que más te ha costado?

—He tenido un poco de miedo de no estar a la altura de un club como el Ademar. Vengo de clubes muy pequeñitos y el salto era enorme. El reto es demostrar todo lo que puedo dar y que una mujer puede con todo.

—¿Dónde te gustaría llegar como entrenadora?

—Me gustaría seguir proyectando a más niñas. Y si pudiera me gustaría llegar a cadetes o infantil, pero que sea un equipo enteramente de chicas.

—¿Que haya un club enteramente femenino como es el Cleba dificulta la captación de nuevas jugadoras?

—Sí. Lo bueno que tenemos nosotros es que se trata del Ademar, un club de prestigio.

—¿El hecho de que se encuentren con una entrenadora les ayuda a decantarse más?

—Sí porque tienen más confianza. Los entrenadores no solo estamos para la parte técnica sino para ayudarles si se encuentran con problemas, que nos vean como un apoyo. Mi experiencia me dice que un equipo tiene mejor actitud cuando existe esa confianza con el técnico.

—¿Has tenido impedimentos para entrenar por el hecho de ser mujer?

—Nunca.

—¿Era el Ademar como te imaginabas?

—Veo mucha implicación y armonía en toda la cantera. Todos los entrenadores aportamos nuestro granito de arena, hay muy buen ambiente y una gran conexión. Voy con mis niños y niñas con total alegría. Hay superación, seguir aprendiendo...

—¿De quién aprendes más?

—De Luis (Puertas). Tiene mucho talento. Me fijo en su trato con los jugadores porque se necesita una gran psicología a la hora de entrenarlos.

—Cadenas es pesimista en cuanto al futuro del balonmano español. Considera que cada vez hay menos escuelas y jugadores que quieran practicarlo. ¿Compartes su visión?

—El balonmano ha evolucionado bastante, tanto la forma de jugarlo como la integración de niños. Creo que los niños ven mucho balonmano y eso es un avance. Sí es cierto que está a años luz de otros deportes. Hay que fomentar los valores de este deporte, que son únicos. Equipo, amistad, compromiso, compañerismo...

—¿Cuántos días entrenáis?

—Dos, un par de horas a la semana. Con esta edad es suficiente. Lo importante ahora es que disfruten, que absorban esos valores de los que hablábamos antes y ya a partir de infantiles se les da más caña.

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