Reto de oro para Iván Morante

Iván Morante llegaba ne enero al Real Madrid procedente del Villarreal. Allí lo había ganado casi todo a nivel nacional en su etapa en el equipo juvenil del ‘Submarino Amarillo’. Ahora, vestido con la camiseta blanca, disputará 90 minutos en los que buscará ser junto a sus compañeros protagonista de un hito para la entidad madridista en esta categoría, levantar el trofeo de la Liga de Campeones.

El escenario, la ciudad suiza de Nyon y el rival, el Benfica (18.00 horas) que llega también sin ninguna ‘orejona’ en su palmarés aunque sí con dos trofeos menores, los destinados al subcampeón, logrados en pasadas ediciones del torneo continental.

Para Iván Morante, un centrocampista que desde hace unos años se ha convertido en un fijo en las diferentes categorías de la selección española, el reto es histórico. También para el Real Madrid que llega con el leonés como uno de los ‘culpables’ de haber roto el maleficio que hasta en tres años precedentes había dejado sus aspiraciones en la cuneta de semifinales. Ahora parece que puede ser distinto. Morante y sus compañeros, un bloque por encima de todo aunque sin olvidar de sus excelsas cualidades para el fútbol, han logrado plasmar sobre el césped la idiosincrasia de toda una leyenda madridista, su entrenador Raúl González. Juventus, Inter de Milán y el pasado sábado en semifinales el Leipzig (equipo que precisamente es uno de los cuatro junto a Barcelona, Chelsea y Oporto que cuenta con un trofeo de Champions juvenil en sus vitrinas) han comprobado en sus carnes, y en el marcador, como se las gastan los blancos.

Hoy toca el último escollo para alcanzar la cima. Un Benfica que ha dejado en la cuneta en esta fase final al Dinamo de Zagreb y Ajax disputando precisamente un encuentro menos que el Real Madrid (los de Raúl González debido a la crisis sanitaria del covid-19 no pudieron jugar los octavos de final en su día y han tenido que hacerlo en tierras suizas, algo que l¡no le ha ocurrido a los portugueses).

La capacidad goleadora de su oponente no asusta a un plantel que si por algo destaca es por su solvencia atrás. A la que añade una fortaleza en el centro del campo y una capacidad casi letal para aprovechar los errores de su oponente. Algo que Iván Morante sabe a la perfección y que ejecuta junto al resto de compañeros a las mil maravilla. Incluso para poner la guinda con un gol como ya hizo frente al Inter de Milán celebrándolo dibujando una L con sus dedos para dedicárselo a sus amigos y familiares, y en especial a su tierra, León.