«Trabajo duro para estar en los Juegos de Río»

Realista y a la vez segura de sí misma, la discóbola berciana sumaba el pasado fin de semana en León un nuevo éxito a un palmarés que ya incluye cuatro entorchados. Su logro vino aderezado además con la quinta mejor marca española de todos los tiempos en un trayecto que para ella aún tiene muchas estaciones por delante.

—¿Qué sensaciones le reportó mantener su reinado nacional en lanzamiento de disco?

—Son ya cuatro desde el que logré en el 2010 en Málaga. Todo triunfo reporta siempre una gratificación. Además, en este caso viene añadida por la marca. No me esperaba superar los 57 metros en este inicio de temporada y eso me hace ver el año con grandes perspectivas.

—Una victoria incontestable en la que su más directa rival quedó a siete metros.

—En este campeonato me enfrenté a gente joven que en unos años puede ponerme las cosas complicadas. Es cierto que a día de hoy existe una cierta diferencia pero eso también lo marca la edad. Con 26 años que tengo me encuentro en un momento óptimo y eso lo noto tanto a la hora de optar al podio como en las marcas que consigo.

—Líder en el ránking nacional y bien posicionada en Europa, tal vez le queda hacerse un hueco entre la élite mundial.

—Con más de 57 metros aún necesito acercarme a los 60 para optar a cosas importantes en las mejores citas mundiales. Creo que tengo recorrido por delante para no sólo llegar a los 59,50 que me darían el billete para el Mundial de Moscú de este año, también para superar los 60.

—Su reto pasa por el Mundial en este 2013, ¿y a medio plazo?

—Trabajo duro para estar en los Juegos de Río en el 2016. Desde pequeña, cuando empecé en Fabero, soñaba con poder participar en unos Juegos. Viví muy intensamente cuando mi primo Rodrigo Gavela compitió en Barcelona 92 y, aunque soy realista y prefiero ir paso a paso, me imaginaba si en un futuro podría vivir yo las mismas sensaciones. Con el paso de los años ese reto ha cobrado mayores visos de certeza y, aunque faltan algo más de tres años, confío en estar en Río. Todo lo que hago ahora es para estar en los Juegos del 2016.

—El hecho de trasladarse desde Ponferrada a León para entrenar en el Ceard a las órdenes de Burón, ¿le ha supuesto dar un paso adelante?

—Más que un paso, un salto. En Ponferrada los medios eran más precarios. Dependías del tiempo, de poder contar con una instalación... Aquí lo tengo todo y además un entrenador de lo mejor que hay en el panorama mundial, Carlos Burón del que estoy aprendiendo mucho lo mismo que del que para mí es un ídolo y un referente como Manuel Martínez. Eso sí, a Ponferrada le debo lo que soy ahora, a valorar lo que tienes.

—Con 26 años, ¿está viviendo su mejor etapa atlética?

—Estoy en un buen momento, pero aún me quedan años para ir mejorando, especialmente en la técnica y los parámetros de competición. Confío en que en el 2016 llegue a lo más alto para brillar en los Juegos.

—El no tener apenas competencia en España, ¿ha jugado en su contra?

—Siempre es positivo contar con cierta competencia que te ponga las pilas para progresar. No obstante yo siempre compito contra mí misma. Eso te hace crecer y no dar nada por hecho.

—Uno de los grandes problemas del atletismo actual es la falta de ayudas y patrocinadores. ¿Afecta tanto?

—Estamos en una situación complicada. En mi caso no cuento con patrocinios y el tener que depender de las becas conlleva una tensión que dificulta tu concentración en los entrenamientos. A todos les gusta que un atleta logre medallas pero para eso hay que apoyarlos y crear las mejores condiciones que, por desgracia en la actualidad pocos pueden disfrutar.