Lucha leonesa. inversión desorbitada
Un luchódromo sin aluches
La infraestructura destinada a la lucha leonesa costó medio millón de euros pero no se utiliza para la disputa de los corros oficiales. Sólo lo aprovecha la base un año después de su inauguración.
El luchódromo está situado en el Polígono de la Torre, en la zona de La Palomera, con asiento para unas 400 personas.
El espacio deportivo específico para los aluches en León, el luchódromo, fue presentado con bombo y platillo hace un año por el entonces equipo de gobierno del Ayuntamiento de León, regido por el socialista Francisco Fernández, y desde entonces dicho recinto no ha sido destinado para la celebración de los corros de lucha leonesa correspondientes a las competiciones oficiales de la temporada, sino para la preparación y aprendizaje de la base. Cuando llegó el dinero del Plan E se acordó destinar 441.000 euros a un proyecto que no ha ofrecido el rendimiento previsto cuando se ordenó la ejecución de las obras.
El 22 de marzo de 2011, fecha en la que se inauguró el luchódromo, los propósitos iniciales eran los de dedicar la instalación deportiva a las competiciones de los luchadores y luchadoras leoneses. La razón esgrimida se basó en que no existía en la ciudad leonesa un recinto deportivo para la competición de la lucha leonesa y más concretamente para albergar los campeonatos de un deporte eminentemente de esta tierra.
Dichos objetivos iniciales se quedaron en casi nada. Sólo en la oportunidad para los más jóvenes de utilizar dichas instalaciones para su aprendizaje. Una desorbitada inversión de casi medio millón de euros para ofrecer demasiado poco. Además, su diseño distributivo, dotaciones complementarias y aforo (capacidad para 400 espectadores aproximadamente) son muy limitados.
Pero una vez construido es necesario sacar a la instalación el máximo rendimiento deportivo y buscar una amortización a través de aprovecharlo en beneficio de la lucha leonesa. Objetivo que de momento no está contemplado en el calendario competicional.
Es necesario que el luchódromo se emplee para acoger campeonatos de élite, conjuntamente con la lucha de base, que además estimularía a los chavales ante la oportunidad de prepararse en el mismo recinto que compiten sus ídolos de este deporte leonés.
Los aficionados a la lucha leonesa, por su parte, que en León suman un buen número, se identificarían con el luchódromo como escenario que cobijase las competiciones oficiales de cada temporada
Lo que León precisa es un luchódromo exquisitamente cuidado, sin acudir a la improvisación tan habitual que caracteriza desde su inauguración a esta instalación deportiva, que debería ser emblemática para la lucha leonesa. Las improvisaciones chapuceras no deben ser el sistema asiduo para emplear el día a día de un luchódromo que costó medio millón de euros.
