Diario de León

DE COMPLUDO A MOLINASECA

Entre agua y piedra

Compludo.La Herrería de Compludo aún conserva parte de sus aperos. Es el inicio de una ruta que llevará por pueblos encantados como Acebo o Riego de Ambrós y que concluye en Molinaseca. ?? por nuria gonzález

Molinaseca iluminado por la noche, con la estampa de San Nicolás recortando el horizonte. A la derecha, la cascada de la Herrería de Compludo. En la foto pequeña, la calle Real de Molinaseca.

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En la localidad de Compludo, situada a 20 kilómetros de Ponferrada, se encuentra una joya del patrimonio industrial leonés, aunque se encuentra un tanto deteriorada, lo que ha hecho que esté cerrada al público. Es la Herrería de Compludo que fue declarada Monumento Nacional en el año 1968. Para acceder a ella hay que tomar el camino, entre verde vegetación, que transcurre paralelo a la orilla del río. Sus orígenes, según los expertos, se sitúan en el siglo XIX, aunque algunos estudiosos consideran que es anterior a esta época. Aún conserva la rueda, el mazo y la trompa que inyecta aire.

El edificio de la ferrería es de mampostería de pizarra que se restauró en los años noventa, aunque en los últimos años apenas ha recibido cuidados. En este pueblo también merece la pena visitar la iglesia parroquial, un edificio del siglo XVI con un interesante retablo.

Concluida la visita a Compludo, el viajero se dirigirá por la carretera hacia Acebo, un pequeño pueblo con encanto situado en el Camino de Santiago y lugar de paso de los peregrinos, que llama la atención por sus calles empedradas, rodeado de altas montañas, casas con techos de pizarra y su iglesia que conserva una imagen románica de Santiago.

En el camino hacia Molinaseca hay que detenerse en la singular localidad de Riego de Ambrós, dónde destaca la iglesia parroquial de La Magdalena, en cuyo interior se puede contemplar un interesante retablo barroco, y dos ermitas junto a una vieja fuente. Aquí hubo un hospital de peregrinos.

La ruta concluye en Molinaseca, una de las localidades con más encanto de la comarca del Bierzo y dónde se compaginan a la perfección el patrimonio histórico con el vino y los embutidos.

El Santuario de la Virgen de Las Angustias, del siglo XVIII, es uno de los puntos de interés, junto con el puente medieval de piedra de siete arcos, que cobija al Miruelo, y que da acceso a la calle Real. En esta calzada se encuentran las casas blasonadas, símbolo de la localidad. También merece la pena prestar atención a la iglesia parroquial, que es del siglo XVII.

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