laguna dalga

U na de las singularidades del Páramo leonés es su paisaje angosto. Entre los numerosos municipios que se asientan en su territorio está Laguna Dalga. Aquí la naturaleza no es un portento, pero el escaso verdor deja paso a otras cosas buenas que también tienen mucho que mostrar al visitante. Aún así, los amantes de la naturaleza tienen aquí una oportunidad para disfrutar de lo que les gusta. Observar el asentamiento de patos en la balsa de Santa Cristina es una actividad recomendable y ofrece al turista un paisaje único que puede contemplar a través del mirador habilitado para tal fin.

Otro motivo para acercarse hasta aquí se cobija en el plano artístico y cultural a través de las iglesias de los cuatro pueblos que dan forma a este ayuntamiento: San Pedro de las Dueñas, Santa Cristina del Páramo, Soguillo del Páramo y el que da nombre al municipio, Laguna Dalga. De ellas ,la que más recorrido histórico tiene es la de Santa Cristina, que ahora ha perdido buena parte de su esplendor, pues su mantenimiento se antoja complicado en un pueblo que cuenta con once vecinos.

Y es que la escasez de población no ha pasado de largo por Laguna Dalga, si bien en verano el número de vecinos se duplica en este rincón de la provincia que a algunos les gusta llamar ‘el secadero de Asturias’. La calma domina la tierra paramesa y se convierte, a su vez, en otro de sus grandes atractivos. Es éste un buen lugar para descansar, para olvidarse del mundanal ruido.

Consiguen hacer frente a la despoblación, este monstruo que se come a los pueblos, gracias a la modernización de los regadíos, que aquí ya se ha acometido de forma completa y que ha permitido que algunos jóvenes no se hayan marchado y que incluso otros hayan vuelto. Desde sus orígenes ha sido un municipio eminentemente agrícola , que en su día fue de secano, destacando el cultivo del lino, cambiando su imagen con la llegada del riego desde el pantano de Barrios de Luna, hace casi medio siglo. No en vano, durante muchos años funcionó en su término municipal una de las mejores escuelas de agricultura de Castilla y León.

Además de la modernización de los regadíos, otro de los motivos para vivir en Laguna Dalga está en las coberturas sociales que se oferta a los vecinos, gracias también a los escasos tres kilómetros que lo separan de un gran núcleo de población como es Santa María del Páramo. «Alguna gente se está quedando a vivir y también mayores que se han jubilado y han regresado buscando una mayor calidad de vida, pero es cierto que el problema de la despoblación existe», asegura el alcalde, Eloy Bailez.

Adelantándose a la temporada estival, el Ayuntamiento ha preparado los Veranos Culturales, que traerán a los pueblos del municipio de manera rotatoria actuaciones diversas actuaciones durante los meses de estío.

Lo cierto es que Laguna Dalga tiene atractivo si lo que se busca es paz y una buena vida y es una buena elección para disfrutar del misticismo de un paisaje que ya es seña de identidad de buena parte de León.