Diario de León

La ruta de la semana

Valdefuentes del Páramo: la esencia del sosiego

Hay un antes y un después para la perspectiva histórica de Valdefuentes del Páramo con la presa Cerrajera, que salpicó cultivos y jalonó de molinos que dejó en herencia a este territorio íntimo de León. 

En Valdefuentes hay un museo al aire libre, bajo el techo del cielo que amparó cosechas y agitó esperas e inquietudes. RAMIRO

En Valdefuentes hay un museo al aire libre, bajo el techo del cielo que amparó cosechas y agitó esperas e inquietudes. RAMIRO

León

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Valdefuentes es una parte de ese litoral interior de León que limita con su propia existencia, ahí donde el Páramo justificaba el vasto escenario que tenía por delante, en primera línea del frente ante el Órbigo. Luego, llegó la primera revolución del campo leonés; el avance abrió el cambio a los matices, del color que deja el maíz en ese oleaje de paz que transmite aquello que el verano hacía estepa y el invierno horizonte.

En ese espacio se levanta Valdefuentes del Páramo, que se aconseja como fuente de sosiego, mientras el cultivo que es fondo de pantalla estacional presenta recursos incomparables para inmortalizar el momento. El del ocaso, por ejemplo, con los penachos ya casi formados en plan ejército indomable, en ese skyline que enseña León en valle y regadío con el Teleno, allá, de barrera para asegurar una noche plácida. Si se invierte en punto de referencia, será igual de satisfactorio, al albor del rocío, entretenidos por el despertar del día con el bisbiseo de los pajaritos que enciende el regadío cuando es la hora exacta, y la evaporación no ha hecho acto de presencia.

Hay conjunciones capaces de crear un ecosistema único, irrepetible en ese León interior que no aparece en las guías de viaje ni en los reclamos de los turoperadores; León de bien adentro, para respirar y trazar lienzos a gusto de los chopos que marcan hitos para que los lugareños sepan bien dónde está programada la rotación del cereal, el girasol de ciclo corto, aquel saliente de remolacha, el tiempo de la alubia que acentúa el vergel de agosto, mientras medio occidente suspira por un resquicio verde en agosto.

En Valdefuentes hay una historia arraigada con el regadío, de cuando aún no se soñaba con que el regadío fuera el motor de un territorio,. La Presa Cerrajera ya era la femoral de este espacio leonés hace siete siglos, en un cauce histórico que le metió fluido y corriente sanguínea a una forma de vida que compaginaba salpicar la tierra y poner en marcha las ruedas del molino. Por eso en el entorno de Valdefuentes el Páramo se ven aún los edificios vetustos que albergaron la molienda, en el proceso que explicó saciar el hambre y matar la sed, todo de golpe. Valdefuentes, que alguna vez sería zona de frontera entre godos y suevos, en aquel noroeste que fue inquieto y emprendedor, y se batió el cobre y la espada entre pueblos inquietos que dejaron constancia de que no siempre la periferia estuvo en lugar más detraído, forma hoy un término con dos localidades, dos núcleos urbanos; Azares y el que da nombre a la limitación municipal, donde canta la alondra en primavera y en verano estalla entre el bullicio de vencejos y una población estacional que acompaña el estío.

RAMIRO

RAMIRO

En Azares se impone la iglesia dedicada a Santa María, con referentes mozárabes y una torre que emerge como vigía de la advocación que se sigue desde 1675; el continente es tan fascinante como su contenido, con el artesonado de traza ochavada, ornado de estrellas, con una cobertura maestra del presbiterio, a la par del retablo mayor, salpicados de dorado y con origen en siglo XVIII.

En Valdefuentes se venera a san Juan Bautista en una iglesia que despunta en una torre en forma de espadaña.

Los retazos de tradición ocupan luego estancias reservadas a la emotividad y la memoria de las gentes que pasaron por este territorio al que moldearon con las manos y la sabiduría de los agricultores; hay a cielo abierto un museo que resumen con aperos cómo se llegó a moldear lo que hoy queda como herencia de un pasado lustroso, fuente de un futuro de esperanza.

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