Diario de León

TRADICIONES

Villafranca encendida

La leña apilada
en la plaza Mayor
de Villafranca
del Bierzo se
encenderá a las
ocho de la tarde
y empezará Santo
Tirso. En la imagen
se puede ver la
gran hoguera de
una celebración
anterior. Este
año cambia su
ubicación con
respecto a los
anteriores, pero
sigue estando
en el centro
neurálgico de la
villa.

La leña apilada en la plaza Mayor de Villafranca del Bierzo se encenderá a las ocho de la tarde y empezará Santo Tirso. En la imagen se puede ver la gran hoguera de una celebración anterior. Este año cambia su ubicación con respecto a los anteriores, pero sigue estando en el centro neurálgico de la villa.

Ponferrada

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Sobradamente conocida por su extenso patrimonio arquitectónico y cultural, la villa que fue capital de aquella ‘Provincia del Vierzo’ allá por el 1.800 ha sabido preservar su historia y ha cuidado sus costumbres. Entre ellas Santo Tirso, la cita que cada año abre el calendario festivo dando calor al invierno. Villafranca del Bierzo está de fiesta desde hoy mismo y un gigante de fuego iluminará el corazón del pueblo, que no es otro que la plaza Mayor, en cuanto se descubra la luna. A las ocho de la tarde está previsto el encendido de la gran hoguera. Será, como de costumbre, entre el abrazo de la multitud y al ritmo de la música de La Escola de Gaitas. Manda la tradición hasta en la banda sonora.

Santo Tirso es, junto con la festividad del patrón de la villa, el Cristo de la Esperanza, una de las dos fiestas locales de Villafranca del Bierzo. La otra se celebra en septiembre Sus orígenes se remontan varios siglos atrás. La existencia de la ancestral hoguera está ya documentada en el siglo IX, en el libro ‘Flores del Bierzo lozanas y mustias’ (1896), donde Francisco de Llano y Ovalle ya mencionaba la gran raigambre de esta celebración.

Patrón de las enfermedades de los huesos, este mártir del siglo III goza de gran devoción no solo en villa que hoy y mañana lo venera, sino en toda la zona. De hecho, su patronazgo ha supuesto la ofrenda de distintos exvotos en agradecimiento a los favores solicitados en materia de protección y peticiones para librarse de alguna dolencia o mal. A sus pies, se depositaban piernas, brazos, manos, pies, bustos, siempre junto con una vela.

Es siempre en la víspera del día de Santo Tirso (hoy) cuando se enciende la hoguera y sus brasas se aprovechan para asar algo de carne y alargar la fiesta mientras dure la charanga; pero los actos centrales se celebran mañana, encabezados por la procesión con la imagen del patrón. No faltarán tampoco la música ni la exaltación gastronómica que acompaña a cualquier fiesta del Bierzo. Por eso, este es un fin de semana perfecto para disfrutar Villafranca y, quien todavía no lo conozca, descubrir su patrimonio.

La calle del Agua, la Iglesia de Santiago y su Puerta del Perdón, La Anunciada, San Nicolás, el Teatro Villafranquino, San Francisco, La Colegiata, el Convento de La Concepción, la Plaza Mayor, el Castillo, el barrio de Los Tejedores y un no parar de contar. Villafranca es una joya apetecible todo el año y especialmente nostálgica en los días más nublados. Y esa nostalgia acentúa la belleza de cada uno de sus rincones. Basta con disfrutar del principio del ocaso sobre un banco en el contorno de la playa fluvial.

Y no solo eso. Hay mucho más. Si el fin de semana es largo, la estancia permite escaparse a un entorno natural que sigue las excepcionales reglas del Bierzo. La antigua explotación aurífera de La Leitosa y Castro Ventosa, el grandioso castaño del Campano en Villar de Acero, el paisaje vitícola de los Valtuilles (de Arriba y de Abajo) y, por supuesto, Los Ancares con Paradaseca, Villar de Acero, Porcarizas, Tejeira, Aira da Pedra y Campo del Agua. Sin salir del casco urbano de Villafranca, puede uno colocarse a la sombra del ciprés de la Anunciada y pasear por el Jardín de la Alameda.

Y si no fuera posible aprovechar Santo Tirso, queda cerca el Carnaval. Villafranca celebra el Sábado de Piñata y aunque su incorporación al calendario festivo de la villa es relativamente reciente, ha sido muy bien recibido. Desde siempre ha habido tradición carnavalera entre los villafranquinos, pero más relevante era el martes del Carnaval. Así fue hasta que el sábado fue ganando terreno impulsado por los propios locales de ocio, con la organización de concursos de disfraces que empezaron a reunir a una multitud de vecinos y a otros muchos llegados de fuera. Por eso, Villafranca instauró el de Piñata como el día grande de Carnaval, que ya se ha convertido, junto a los de la Semana Santa, en uno de los días de mayor afluencia a la localidad.

Así arranca 2023 en Villafranca del Bierzo, al calor del fuego de una hoguera de gigantes capaz de espantar cualquier mal, entre música y comida. Y dicho sea de paso, ya es tradición estos días que en casa de cualquier villafranquino se abra en dos un buen botillo, acompañado de repollo y algún que otro chorizo. Otro aliciente más.

Aunque no hace falta en Villafranca que una fiesta sea la excusa para seguir la estela de cualquier peregrino que camina hacia Santiago y encuentra aquí su refugio, sí ayuda saber que, este fin de semana, la villa estará encendida, como siempre a finales de enero.

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