El beneficio de Endesa cae un 85% por el ajuste en el valor de sus térmicas

josé m. camarero | madrid

El resultado de Endesa referido al periodo entre enero y septiembre ha arrojado un descenso del 85% en los beneficios del grupo hasta los 176 millones de euros, frente a los 1.193 millones que obtuvio en los mismos meses del ejercicio anterior. Estas cuentas se han visto afectadas por un hecho anunciado en las últimas semanas por la propia compañía, cuando anunció su decisión de clausurar sus centrales térmicas de carbón. La firma ha procedido a realizar un deterioro contable de su valor que, finalmente, ha ascendido a 1.398 millones de euros con un impacto en el resultado neto de 1.052 millones. El grupo explica que durante este periodo se ha registrado un incremento en el precio de los derechos de dióxido de carbono (CO2), una caída significativa del precio del gas y una menor disponibilidad de la generación hidráulica, lo que ha llevado a que las centrales de carbón hayan sufrido «una importante falta de competitividad en la cobertura de la demanda de mercado y a que, por consiguiente, hayan acentuado su exclusión». En cualquier caso, Endesa ha comunicado a la CNMV que este deterioro contable no tiene impacto en su beneficio neto ordinario y, por tanto, tampoco en la retribución a los accionistas (la italiana Enel posee un 70% de la propiedad) a través del dividendo. De hecho, el resultado de la energética, sin contar con los extraordinarios, ha crecido un 3% hasta los 1.228 millones de euros, sobre todo por la buena evolución del mercado liberalizado. El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha indicado que «las inversiones en renovables y en digitalización son elemento clave para continuar ofreciendo buenos resultados en un mercado cada vez más complejo». El 50% de las inversiones y el 80% de la inversión de desarrollo en estos primeros nueve meses ha ido destinada a todo tipo de proyectos en energías renovables.