La pandemia dispara la deuda pública, que roza el 118% del PIB
La eurozona también marcó récord en el segundo trimestre por los gastos de la pandemia
Calviño y su homólogo francés Bruno Le Maire, ayer. IAN LANGSDON
La pandemia ha hecho saltar por los aires la deuda pública española. Después de haber conseguido cerrar 2019 en un ratio sobre el PIB del 95,5%, el endeudamiento de las administraciones públicas se ha disparado con los gastos para contener la crisis hasta marcar un nuevo récord en agosto y alcanzar los 1,298 billones de euros, una cifra que equivale a cerca del 118% del PIB.
En sólo un mes la deuda pública sumó 7.537 millones de euros, a consecuencia también de la merma de los ingresos tributarios por la falta de ingresos de las empresas, fundamentalmente. Respecto a agosto de hace un año, la deuda se sitúa más de 102.500 millones por encima, según los datos del Banco de España.
Las últimas cuentas del Gobierno calculan que la deuda finalice el año en el 118,8% del PIB debido a la «batería de medidas puestas en marcha» para frenar la incidencia de la pandemia en empresas y familias. Por tanto, que en agosto se sitúe en 118% deja poco margen hasta ese objetivo de final de año. En cambio, la vicepresidenta económica Nadia Calviño descartó que hicieran falta nuevas emisiones de deuda e incluso anunció recientemente un recorte de 15.000 millones respecto a las previstas.
El Banco de España también establece una horquilla de entre el 117% y el 120% del PIB para la deuda pública de 2020, la Autoridad Fiscal (AIReF) llega en sus peores previsiones hasta el 123% del PIB y BBVA Research hasta el 120%.
En agosto, el Estado y la Seguridad Social fueron los sectores que más incrementaron su deuda, hasta los 1,61 billones y 72.600 millones, respectivamente. La deuda de las comunidades autónomas, en cambio, se redujo en 344 millones hasta los 302.700 millones de euros. La de los ayuntamientos también bajó en 470 millones hasta quedarse en los 24.500.
Aunque el Banco de España solo ofrece el dato de la ratio de deuda en los informes trimestrales, se calcula teniendo en cuenta el dato más reciente de PIB ofrecido por el INE, que sería de 1,17 billones, lo que supondría una ratio de deuda en agosto del 110,7%. Pero en ese cálculo entran dos trimestres de 2019, antes de que estallara la crisis, por lo que los expertos calculan más acertada una estimación casi en el 118% del PIB.
La eurozona marca récord de déficit y deuda. Porque este gran aumento del endeudamiento público no sólo ocurre en España, sino que el impacto económico de la pandemia y de las medidas de contención hicieron que el segundo trimestre la eurozona tocara máximos históricos con un ratio de deuda sobre PIB del 95,1%, desde el 86% del trimestre anterior, según los datos publicados este jueves por Eurostat, con un importe de 10,95 billones de euros.
Los mayores niveles de deuda de la UE corresponden a Grecia (187%), Italia (149%), Portugal (126%), Bélgica (115%), Francia (114%), Chipre (113%) y España (110%), mientras que los menores ratios se observaron en Estonia (18,5%), Bulgaria (21%) y Luxemburgo (24%). En el caso de España se sitúa como el séptimo país con peores cifras de deuda al subir al 110% en el segundo trimestre desde el 99% del anterior.
También el déficit está disparado. El desequilibrio presupuestario del segundo trimestre marco un nivel récord en la eurozona al llegar al -11,6% desde el -2,5% de los primeros tres meses del año. Entre los países de la UE, sin publicar los datos para España, Italia, Grecia o Irlanda, las mayores ratios de déficit correspondieron a Polonia (-19,8%), Austria (-17,3%) y Eslovenia (-15,8%). En el caso de Alemania, el déficit alcanzó el -9,2% desde el superávit del 0,4% del primer trimestre.
La morosidad de los créditos concedidos por los bancos subió en agosto hasta el 4,74%, lo que supone el segundo alza mensual consecutiva, desde el 4,67% registrado en junio y el 4,71% de julio, según los datos publicados por el Banco de España. Esta subida de los impagos (hipostecas, créditos al consumo...) llega tras la sucesión de medidas restrictivas a la actividad económica aplicadas en toda España desde finales de julio, cuando comenzaron a surgir los primeros brotes, y la generalización de esas acotaciones en pleno agosto.