Llamen a una ambulancia

«Voy a ser muy concreta. Necesitamos una ambulancia». Lo dijo Ana María Arias, alcaldesa de Soto y Amío. Y suena a escalofrío. Y a ataque de cruda realidad. Es un ejemplo de lo que los alcaldes piden al presidente en una doble publicada ayer en este periódico y elaborada por la sección de Provincia, la edición Bierzo y los corresponsales. Este gran trabajo lleva por fin a aquellas pequeñas cosas que cantaba Serrat y que son las que nos hacen sentir y vivir. Sí. Una ambulancia, listas de espera impresentables, conciliación, wifi, que dialoguen... Son esos momentos en los que aparece la oportunidad de que haya otra política. En lo que se considera lo otro, lo diferente, hay interesantes hallazgos. Y hay otra provincia, otra ciudad, otra gente. Además, con esto de las mascarillas, que sirven para confirmar que los ojos son una de las partes más resultonas del cuerpo, da para imaginar. Hay otro León que no es el obvio, el que se cree imprescindible, el apellidado. El anónimo que te cruzas por la calle y va pensando en mejorar para vivir mejor como una idea general, ya que sabe que si le va bien al de al lado le irá bien a él mismo. Nada que ver con los dueños del cotarro de siempre, los que se preocupan de que todo siga inmóvil porque en ese nada se mueve está su clave. En León pasan muchas cosas al revés. Por ejemplo, riqueza que no crea riqueza.Por eso, hay que recurrir a las fuentes, que están en la vida de verdad. La vida que todos los días tiene que jugar el partido de avanzar.

Hay una total conexión entre lo que piden los alcaldes de las localidades pequeñas y lo que demandan todos los ciudadanos. Porque lo otro es que en plena campaña en Castilla y León se hable de mascarillas, de si habrá Semana Santa o de dar un paseo en barco.

Enrique Busto, alcalde de Hospital de Órbigo. Más claro, agua: «Que se acuerden del mundo rural no solo en elecciones. Y que medien para que no perdamos servicios tan importantes ahora como los bancarios». Seguro que debajo de esta petición firmaría el cien por cien de los alcaldes y de los ciudadanos. Parece mentira que luego no haya más que desacuerdos.

En definitiva, hay otro León. Un León luminoso. Lo encontré buscando temas sobre la campaña al descubrir que no había mucha campaña salvo presencias informativas. Para encontrar ese León que merece la pena solo hay que abrir la puerta y salir. Como dijo Johan Cruyff: salid y disfrutad. Y ganaron la primera. Hablaba de compartir la experiencia de jugar. De aquí al fin de semana se va a encontrar con León la creme de la creme de la política. Atentos. Dice el clásico.