‘Alpha scramble’, Sánchez sufre en directo una alerta por amenaza rusa
Moscú alega que era un vuelo de entrenamiento y que los aviones sobrevolaban «aguas neutrales»
Un piloto español entra en un caza cuando Sánchez recibe junto a Gitanas Nauseda el aviso de que es un amenaza real. VALDA KALNINA
La amenaza rusa en vivo y en directo. Pedro Sánchez se disponía a ofrecer una rueda de prensa en la base militar de la OTAN en Siauliai, Lituania, junto al presidente de la república báltica, Gitanas Nauséda, cuando una llamada de alerta le hizo parar en seco.
La imagen hablaba por sí sola. Al mismo tiempo que el jefe del Ejecutivo atendía con rostro serio el teléfono, a sus espaldas pilotos del Ejército del Aire corrían a dos cazas Eurofighter para interceptar un avión militar ruso que había entrado en el espacio aéreo lituano sin plan de vuelo anunciado ni identificador activado. «It’s an alpha scramble’, avisó Pedro Sánchez a su colega lituano al colgar.
El presidente del Gobierno, que culminó ayer una gira de tres días por Estonia, Letonia y Lituana, quitó después dramatismo a lo sucedido durante una comparecencia conjunta en el palacio presidencial de Vilna con la primera ministra Ingrida Simonyte y trató de ofrecer el lado positivo del asunto. «No sé si ha sido una provocación premeditada por parte de Rusia, no me aventuraría a decir nada al respecto —comentó con cautela—, pero se ha puesto de relevancia la importancia de la misión que aquí se desarrolla y la necesitad de mantener la colaboración entre países aliados y de la OTAN».
«Caso real»
El presidente del Gobierno añadió además que la repercusión mediática del incidente también permitirá hacer consciente a la sociedad española del «buen hacer» de las Fuerzas Armadas y de «su compromiso con la seguridad de la frontera oriental y la integridad territorial (de Europa)».
«Hemos sido testigos de un caso real», subrayó.
España tiene destacados en este momento 138 efectivos y siete Eurofighter del Ala 14 de la base de Los Llanos (Albacete) en esta misión de la Policía Aérea Báltica que comenzó en 2004 tras el ingreso de Estonia, Letonia y Lituania en la OTAN, reforzada en 2014 tras el estallido de la crisis de Ucrania. Episodios como el vivido por el presidente del Gobierno son relativamente frecuentes y suelen acabar sin mayores consecuencias. Sánchez pudo, de hecho, reanudar su comparecencia con Nauséda 25 minutos después.
En su agenda, antes de regresar a España, el jefe del Ejecutivo también incluyó una entrevista con la líder de la oposición bielorrusa, Sviatlana Tsikhanouskaya,a la que no pudo recibir el pasado diciembre en Moncloa por estar guardando cuarentena.
Las Fuerzas Armadas lituanas explicaron ayer que son frecuentes los incidentes con cazas rusos como el que forzó la interrupción de la visita del presidente del Gobierno español.
Sólo en junio, los aviones de la OTAN en los bálticos tuvieron que realizar en quince ocasiones operaciones de acompañamiento, como se denomina a los vuelos de emergencia para identificar y escoltar a los aviones que se acercan al espacio aéreo de la alianza sin avisar. En mayo fueron tres.
Según las Fuerzas Armadas lituanas, se trataba de dos cazas rusos que viajaban del exclave ruso de Kaliningrado, entre Polonia y Lituania, sobre el mar Báltico, hacia el resto de su país el acceso marítimo por San Petersburgo.
Los dos aparatos no habían comunicado su ruta de vuelo, no tenían encendidos sus sistemas para dar a conocer su posición (transpondedores) y no respondían a las comunicaciones desde tierra.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó la presencia este jueves de dos de sus aviones en el mar Báltico pero negó que la alerta aérea desatada durante la visita de Sánchez a la base lituana se debiese a una posible transgresión de las normas internacionales de aviación.
Rusia defendió la presencia de sus aviones en el Báltico. Moscú aseguró que era un vuelo de entrenamiento y que los aviones sobrevolaban «aguas neutrales»