Diario de León

El ataque yihadista de Algeciras desemboca en otro enfrentamiento entre Sánchez y el PP

El presidente del Gobierno apela a la unidad y la tolerancia tras el atentado en respuesta a las palabras de Feijóo

Familiares y amigos en el funeral del sacristán, Diego Valencia, asesinado por Yassine Kanjaa en Algeciras. CARRASCO RAGEL

Familiares y amigos en el funeral del sacristán, Diego Valencia, asesinado por Yassine Kanjaa en Algeciras. CARRASCO RAGEL

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EFE

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El Gobierno informó ayer a los portavoces de Interior del ataque violento en Algeciras, en el que un joven marroquí asesinó con un machete a un sacristán y dejó varios heridos, pero mantuvo al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, fuera de la ronda de contactos.

El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, contactó con la secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, quien le solicitó personalmente en esa charla telefónica que se convoque el Pacto Antiyihadista. Aparte de este contacto con Gamarra, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, llamó también al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, para informarle.

Ayer, el Gobierno de Pedro Sánchez siguió su ronda de contactos pero con los portavoces de Interior. En Génova se quejan de que después de lo que ha sucedido en Algeciras, el líder de la oposición «no tenga ni un solo reporte del Gobierno» cuando el PP «tiene un pacto con el PSOE», según fuentes del equipo de Feijóo.

Así, la cúpula del PP criticó que el Gobierno no haya descolgado al presidente del PP para aclarar si esto «es terrorismo» como investiga el juez o es un «hecho aislado»». El PP no descarta solicitar la comparecencia del ministro del Interior en sede parlamentaria si sigue este hermetismo, añaden fuentes del partido.

Fuentes del PP recordaron que si Feijóo llega a Moncloa pondrá en marcha su plan de calidad institucional que incluye medidas como institucionalizar la comunicación entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición para abordar asuntos de Estado.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apeló a los valores de la unidad y la tolerancia por parte de la sociedad española. Sánchez se refirió a ese atentado en una declaración tras visitar en el puerto de Las Palmas de Gran Canaria la base logística del Programa Mundial de Alimentos de la ONU acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

El jefe del Ejecutivo inició su intervención reiterando sus condolencias a la familia del sacristán asesinado, Diego Valencia, y sus deseos de una pronta recuperación de los heridos

A renglón seguido afirmó que la sociedad española rechaza «con total rotundidad el fanatismo, el odio y la violencia».

«España, si es algo, es lo que hoy estamos representando, un país abierto, tolerante, cuyos principios están perfectamente recogidos en nuestra Constitución», dijo. No se refirió explícitamente en ningún momento a la polémica provocada por las palabras del líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, tras el atentado, en las que dijo que «hace muchos siglos» que no se ve a un cristiano matar en nombre de su religión o sus creencias, aunque «hay otros pueblos que tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen». Pero sí insistió el presidente del Gobierno en la necesidad de la tolerancia.

«Cualquier agresión va a contar siempre con la misma respuesta por parte de la sociedad española, que no es otra que la del rechazo a esa violencia, la unidad, la tolerancia y nuestra alineación total y rotunda con los valores que se enmarcan en nuestra Constitución», ha añadido.

Además, reconoció la labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de todos los que garantizan cada día y a todos los niveles la seguridad de los españoles.

Las palabras de Feijóo fueron reprochadas por dirigentes del PSOE al considerar que lo que hace el líder del PP con ellas es «crispar» y poner en peligro la convivencia en España, mientras que desde Unidas Podemos se le llegó a tildar de «miserable».

Posteriormente, el presidente del PP precisó que hay que diferenciar el fanatismo de la religión, pero insistió en que «con carácter general no hay un problema de terrorismo católico en el mundo» y «sin embargo sí hay un problema de integrismo islámico en algunos lugares del mundo».

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