El desafío del rey de Marruecos con la frontera sur de la UE se cuela en la cumbre de Europa
Un hombre reza ante las tumbas de 15 de los migrantes muertos de hambre y sed en una patera. MIGUEL BARRETO
Los líderes de la Unión Europea celebran hoy y mañana en Bruselas una cumbre extraordinaria, la primera presencila desde la pandemia, en la que abordarán el estado de sus relaciones con Rusia, el cumplimiento de los acuerdos del Brexit y el conflicto en Oriente Medio, así como la pandemia de covid-19 y sus metas de lucha contra el cambio climático.
Pero en esa cumbre se ha colado el desafío del rey de Marruecos en Ceuta, la frontera sur de la UE. Así, a la ya variopinta agenda del encuentro se sumará el tema migratorio, que será planteado por el primer ministro italiano, Mario Draghi, tras la crisis vivida esta semana en Ceuta al permitir Marruecos la entrada de más de 8.000 inmigrantes en territorio español y en un contexto de aumento de las llegadas a las costas italianas.
Draghi ha pedido incluir en la agenda de la cumbre el tema de la inmigración, con la idea de relanzar un trabajo «en profundidad para tener un buen paquete migratorio» de reparto voluntario entre los Estados miembros de las personas que lleguen a territorio comunitario en situación irregular.
España, que apoya a Italia en esta cuestión, informará a los socios sobre la reciente crisis en Ceuta, pero no buscará una reacción virulenta de los Veintisiete contra Rabat porque considera que ha quedado claro el sólido apoyo de la UE a Madrid.
«Una espiral de acción reacción no conduce a nada, una vez que los principios están asentados: ¿usted quiere tener una relación privilegiada con la UE? Pues así no», resumen fuentes diplomáticas.
Los líderes también abordarán «brevemente» la situación en Oriente Medio, tras el reciente alto el fuego alcanzado entre Israel y las milicias palestinas, según confirmó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su carta de invitación a la cumbre.
«Lo que querríamos la inmensa mayoría (de países) es saludar el alto el fuego y dar un impulso a los esfuerzos de paz», explicaron fuentes diplomáticas, que puntualizaron que se trata de «un tema complicado y evidentemente no es fácil tenernos a todos de acuerdo».
En un ámbito en el que las decisiones se toman por unanimidad, Hungría -defensora de Israel- impidió el martes que la UE reclamase oficialmente el alto al fuego, como querían los otros veintiséis socios.
También hablarán sobre las relaciones con Moscú, después de las sanciones que la UE impuso a cuatro funcionarios rusos por la condena al opositor Alexéi Navalni y por la decisión de Rusia de expulsar a varios diplomáticos europeos.