Esquerra y Junts chocan en Sant Jordi y la investidura sigue encallada

Guerra de nervios entre Esquerra y Junts en plena Diada de Sant Jordi, en la que los dos partidos independentistas volvieron a verbalizar las enormes diferencias que les separan y que impiden que, a día de hoy, se pongan de acuerdo para la investidura. Chocaron Pere Aragonès y Laura Borràs por un lado y lo hicieron por otro Oriol Junqueras y Carles Puigdemont.

Fuentes negociadoras apuntaron que se dieron una tregua en las conversaciones, con motivo de Sant Jordi, pero la pugna se mantuvo con el fuego cruzado. Queda poco más de un mes para que expire el plazo antes de que se agote la legislatura de manera automática y el candidato a la Presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, urgió a los junteros a formar gobierno ya. El dirigente republicano instó a los de Puigdemont a cerrar el acuerdo cuanto antes para que la sesión de investidura se celebre la semana que viene. La votación, dijo, debe celebrarse «antes de que acabe el mes de abril». «Podemos tener paciencia, pero las urgencias sociales, no», remató.

ERC da una semana de plazo a JxCat para que cierre un acuerdo. Aunque suena a ultimátum, de momento los republicanos no se atreven a decir qué consecuencias lleva implícito ese órdago. La posición de Junts, en cambio, es diametralmente opuesta. Si ERC «tiene prisa», tal y como expresó su portavoz Marta Vilalta, JxCat está dispuesto a agotar el plazo, como estrategia negociadora, a pesar de los nervios republicanos, que empiezan a temer nuevas elecciones.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, que pronunció casi el único discurso institucional del día ante la falta de presidente, recetó paciencia a los de Junqueras y dio a entender que la semana que viene no tiene previsto poner en marcha la ronda de contactos para proponer candidato a la presidencia de la Generalitat.

Borràs dijo que cuando vea «señales» de que puede celebrarse una investidura que no sea fallida, como las dos anteriores, iniciará la ronda. Pero antes de eso cree que las negociaciones aún necesitan «madurar». «Hay que priorizar que sea un gobierno sólido -expresó- y fuerte antes que uno hecho con prisa». A día de hoy, ERC y Junts son el día y la noche.

Prueba de las distancias que los separan es que los consejeros de Junts acudieron todos en bloque a la tradicional misa en la capilla del Palau de la Generalitat mientras que no acudió ninguno de ERC. En plenas negociaciones todos quisieron marcar perfil propio.

Chocaron también Junqueras y Puigdemont. El expresidente de la Generalitat, en un acto para presentar uno de sus libros, cargó contra la vía de diálogo con el Estado que defiende ERC para buscar una salida a la cuestión catalana. «Es una constante histórica que los conflictos no se resuelven por la vía del diálogo, sino por el de la confrontación», aseguró. Junqueras replicó en una entrevista en TV3 desde la cárcel que ahora no es el momento de buscar excusas.