Diario de León

Feijóo acepta ser el nuevo líder del PP pero quiere ser elegido por los militantes

Los barones territoriales aúpan al presidente de la Xunta y piden a Casado que se aparte de inmediato y dé paso a otra era

León

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Feijóo trasladó ayer de madrugada a los ‘barones’ del PP, en la reunión en la sede nacional con Pablo Casado, que está a disposición para tomar las riendas del Partido Popular, según han informado a Europa Press fuentes del partido. Pero el presidente de la Xunta quiere ser elegido por los militantes del partido en un congreso nacional y no contempla poder tomar ya las riendas del PP a través de un Comité Ejecutivo del partido, según indicaron fuentes del equipo del mandatario gallego.

«Si Feijóo se presenta será en un congreso elegido por la militancia», apuntaron.

Los barones del PP fueron ayer unánimes. Ni una sola fisura. Auparon a Feijóo y pidieron a Casado que se fuera ya. Para los presidentes territoriales del Partido Popular, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, es el referente y el mejor sucesor.

Dentro de la sede de la calle Génova, los barones tomaron la palabra por turnos y pidieron al aún presidente del PP que dejara su cargo esa misma noche. Todo ellos aprovecharon sus intervenciones para alabar la figura política de Feijóo.

La reunión entre Casado y los líderes territoriales arrancó pasadas las 20.45 horas en la sede nacional del partido. Casi con una hora de retraso porque antes se celebró un encuentro a solas entre Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo. Al encuentro no estaba convocada la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuya guerra con Génova detonó la implosión del partido, porque es Pío García Escudero el que está al frente de la formación en Madrid.

Tras Feijóo, entraron los presidentes de las comunidades autónomas, que para llegar a la puerta de la sede del PP se tuvieron que abrir paso entre las decenas de cámaras e informadores.

Al cierre de esta edición continuaba la reunión en la que debía definirse la hoja de ruta de las próximas semanas hasta el congreso extraordinario y quién pilotará hasta entonces el partido.

El presidente de la Xunta de Galicia, el primero en llegar al número 13 de la calle Génova de Madrid, no había dado aún a esa hora el paso al frente que le reclaman y dan por hecho en su partido.

Durante todo el día, mientras Feijóo daba largas a la oposición en el Parlamento gallego sobre sus planes políticos, los barones del PP estrecharon el cerco sobre el presidente de la Xunta para que presentara su candidatura a liderar el partido. Algunos no las tenían todas consigo y recordaban la espantada de hace cuatro años.

«No hay que elegir entre Galicia y el PP», respondió Feijóo a los embates de los portavoces del PSdG y BNG, Luis Álvarez y Ana Pontón. Pero no satisfizo su curiosidad y ayer dejó sin aclarar si va a seguir en Santiago o se va a trasladar a Madrid. Se permitió ironizar sobre la insistencia de «años» de la oposición en situarle en la política nacional mientras acumula mayorías absolutas en Galicia.

Aunque era casi abrumadora la mayoría en el PP que cree que el presidente de la Xunta de Galicia será el próximo líder del partido, algunos barones quisieron abrochar la transición.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, sostuvo que «la figura de Feijóo es de referencia, es el decano de los presidentes y una figura muy respetada» tanto en el PP como en otras fuerzas políticas. Su homólogo de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, coincidió en lo de «referente» y le atribuyó un «liderazgo moral indiscutible» para encabezar una «candidatura de unidad» que saque al PP de su crisis.

La exministra y portavoz de Economía, Elvira Rodríguez, apuntó que Feijóo es «un valor de primer nivel» para que el PP recupere su condición de alternativa de Gobierno. El líder de los populares en La Rioja, José Ignacio Ceniceros, subrayó que todas las organizaciones territoriales del partido «están deseando» que el presidente gallego «dé el paso» de ser candidato.

Pero el aludido no fue más allá de lo que dijo la víspera de que tomará «una decisión» y haría lo que el partido «le pida». Y no va a ser más explícito hasta que quede vacante la presidencia del partido, aseguran fuentes de su entorno. Las mismas que dice que esta vez sí va a ser el candidato si se cumplen algunos requisitos.

A su llegada a Génova 13, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, sostuvo que la solución a la crisis es «colectiva» y «no depende de una sola persona». E insistió: «Si Feijóo está dispuesto a dar el paso hay que preguntarle a Feijóo».

Los más contundentes contra Casado fueron el antes casadista Carlos Iturgáiz, que instó a Feijóo a dar un paso al frente y Casado «otro paso hacia un lado» y Buruaga, de Cantabria, que pidió que el paso sea ya y no mañana, para acabar con la «agonía».

Un congreso lo más rápido posible, unidad, «tomar las decisiones necesarias», reclamó Alfonso Fernández Mañueco, presidente del PP de Castilla y León, que apuntó que si en algo coincide la mayoría es en que Feijóo es referente.

«La solución es Feijóo», resumió el presidente de la Región de Murcia, Fernando López-Miras, que pidió «una solución rápida» que parta «del consenso y de la unidad».

«Restañar heridas», reclamó José Antonio Ceniceros, presidente del PP en La Rioja, que lanzó ánimos a Feijóo y calificó a Casado de hombre «leal». Teresa Mallada, de Asturias, también vio a Feijóo referente.

«Trellat», en palabras de Carlos Mazón, del PP de la Comunitat Valenciana y soluciones y unidad, pidió Jorge Azcón, del PP de Aragón, que sobre Feijóo dijo que pocos tienen su currículum porque «cuando al PP le iba mal sacaba mayoría absoluta».

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