PP y Ciudadanos ya mantienen contactos informales para pactar listas
Los liberales reprochan a los populares que rechacen las candidaturas conjuntas en Galicia
El PP y Ciudadanos ya mantienen contactos informales para presentar listas conjuntas en las próximas citas electorales. Dan por hecho que unirán sus fuerzas en las elecciones autonómicas de Cataluña y País Vasco, no así en Galicia.
Una excepción que enfadó a los liberales porque consideran que su propuesta de «pacto transversal entre fuerzas constitucionalistas» es una respuesta «al nacionalismo y al populismo» que va más allá de las citas con las urnas.
El presidente de Ciudadanos en el Parlamento catalán, Carlos Carrizosa, reprochó ayer a Alberto Nuñez Feijóo que por «cálculos electorales» haya desdeñado la propuesta lanzada por la líder de su partido, Inés Arrimadas, que será aprobada, casi con seguridad, este miércoles por la dirección provisional de la formación naranja.
Ciudadanos plantea las listas conjuntas en las tres comunidades históricas como un todo y no una oferta a la carta en la que los populares puedan elegir dónde les conviene ir unidos. En el partido liberal afirman que es una propuesta política antisoberanista más allá de las circunstancias electorales, aunque se da la circunstancia que en este año Cataluña, Euskadi y Galicia celebrarán elecciones autonómicas.
El presidente de la Xunta gallega apuntó que la idea es «una buena noticia» para Cataluña y confió en que ambas formaciones sean capaces de alcanzar un acuerdo porque es lo que espera «la mayoría del pueblo catalán no independentista». En su comunidad, prosiguió en un acto en Montevideo, no será necesaria la alianza porque «en el PP de Galicia caben todos los votantes de Ciudadanos y todos los dirigentes de Ciudadanos que quieran sumarse al proyecto». En las últimas generales, la formación naranja obtuvo el 4% de los votos gallegos y ningún escaño. En las municipales tampoco logró alcaldías.
Una debilidad política similar a la que tiene Ciudadanos en el País Vasco.
Los contactos entre las direcciones de PP y Ciudadanos ya existen, se abrieron tras la dimisión de Albert Rivera.