El ‘president’ no condiciona la mesa a su apoyo a los Presupuestos del 2022

El presidente de la Generalitat no se apea de su exigencia de lograr la amnistía general para todos aquellos que aún tienen causas pendientes por el ‘procés’ ni de la celebración de un referéndum de autodeterminación, pero entre tanto está dispuesto a hablar con Sánchez de otros asuntos que afectan a los ciudadanos.

La apuesta no es nueva. Aragonès ya defendió ese mismo ‘modus operandi’ en 2018 como responsable de Economía y vicepresiente de la Generalitat presidida por Quim Torra, lo que no evitó que la relación Estado-Generalitat acabara tensándose. La diferencia ahora para Moncloa es que Esquerra cuenta con mayor respaldo, tras haber superado a Junts en los comicios del 14 de febrero Aragonès afirmó ayer en una entrevista en ‘El Periódico’ que su intención es poner «la máxima ambición para conseguir hoy todo lo posible para Cataluña». «Si queremos la independencia y si queremos que vaya en paralelo a visualizar el modelo de país que queremos para la república catalana hay que acompañarlo con el aval de un buen gobierno», defendió.

Apuntó que, en las reuniones de la comisión bilateral Estado-Generalitat (similar a la que existe con cualquier comuniad autónoma) espera que el Ejecutivo ofrezca «un adecuado nivel de inversiones ejecutables en infraestructuras» además de abordar la financiación de la ley de dependencia y la gestión de los fondos europeos Next Generation en los que, dice, «la prometida cogobernanza no se ha producido hasta ahora».

El presidente catalán aseguró además que la posición de su partido, Esquerra, respecto a los Presupuestos para 2022 tendrá más que ver con esos asuntos que con lo que ocurra en la mesa de diálogo de la que, aseguró, no se apeará. «Cuando nadie más apueste, seguiré apostando por la negociación», prometió.