Diario de León

Sánchez lanza a la ministra Maroto como reclamo para el 4-M e incomoda a sus socios

El jefe del Ejecutivo se muestra dispuesto a hacer otra crisis de Gobierno para situar a la titular de Industria como vicepresidenta en Madrid. Errejón e Iglesias afean a los socialistas que hablen de nombramientos y piden centrar la campaña en "lo que importa" Madrid

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Pedro Sánchez no quiso aprovechar la salida de Pablo Iglesias del Gobierno para hacer una remodelación de más calado en su gabinete. Lo hizo en aras de la estabilidad. Pero el jefe del Ejecutivo está dispuesto a volver a acometer la tercera crisis gubernamental en menos de un semestre si el candidato del PSOE en las elecciones madrileñas del 4 de mayo, Angel Gabilondo, tiene opciones de gobernar. En ese caso, según anunciaron hoy los socialistas, la ministra de Industria, Reyes Maroto, se convertirá en vicepresidenta autonómica de Economía.

La eventual 'cesión' de Maroto -que anteriormente había aparecido en muchas quinielas como relevo electoral del exministro de Educación- vuelve a poner de manifiesto la enorme trascendencia que el jefe del Ejecutivo otorga a la contienda madrileña, en la que ha decidido implicarse como si fuera su gestión lo que se mide en las urnas. La campaña del PSOE, dirigida directamente desde la Moncloa por su jefe de gabinete, Iván Redondo, sigue de hecho el esquema empleado en las últimas generales.

El jefe del Ejecutivo también anunció de antemano durante un debate electoral para la cita del 10 de noviembre de 2019 que Nadia Calviño sería su vicepresidenta económica. Como ahora (con escaso éxito, según los sondeos), los estrategas del presidente buscaban atraer al votante moderado que estaba perdiendo Ciudadanos y el compromiso trataba de dejar claro que la política económica no acabaría en manos de Unidas Podemos por mucho que fuera necesario sellar un acuerdo de coalición, como finalmente ocurrió. Pero esta vez a sus socios la jugada les ha escamado.

La mayoría de encuestas, con la excepción del CIS, indican que la izquierda tendrá difícil gobernar, y que la popular Isabel Díaz Ayuso superará de manera holgada junto a Vox la mayoría absoluta, tras casi doblar los resultados de hace dos años. Aun así, hay margen para que las cosas cambien y una mayor movilización de los votantes progresistas, menos decididos a participar que los de la derecha, puede incidir en el resultado final. Pero de lo que no hay duda es de que Gabilondo no podrá gobernar en solitario.

Reparto de sillones

El candidato socialista presentó a Maroto como una apuesta por el rigor económico con perspectiva social y glosó sus logros durante la pandemia. En concreto, defendió que la intervención de la ministra fue fundamental para que muchas empresas españolas se adaptaran rápidamente a la situación generada por la covid-19 y para que, en un periodo de carestía de material sanitario, se pusieran a fabricar respiradores, mascarillas o gel hidroalcohólico. "Salvar vidas y reactivar la economía, eso ha hecho Reyes en los últimos años", presumió.

El líder de Más País, Iñigo Errejón, sin embargo, no recibió el fichaje como una gran aportación y advirtió a sus potenciales aliados de que lo que tienen que hacer las fuerzas progresistas en este momento es "cooperar", hablar de "lo que de verdad importa" y no empezar a "repartirse los sillones". "El orden en este caso es importante: hay que ganar primero y después hacer los nombramientos", afeó desde su posición de segunda fuerza del bloque de la izquierda.

Pablo Iglesias también puso en solfa el movimiento socialista y previno a Gabilondo contra vender "la piel del oso antes de cazarlo". "Cuando ganemos las elecciones hablaremos de programas, equipos y nombres. De momento, hay que ir a ganar, pero no nos despistemos". El secretario general y candidato de Podemos matizó que no tiene intención de vetar a nadie que proponga el PSOE, pero insistió en RNE en que hablar de equipos antes de ganar las elecciones es "construir la casa por el tejado" y "hace que la gente diga que nos estamos repartiendo puestos sin ganar".

Ayuso no perdió la ocasión para atacar a la aspirante a llevar las riendas de la economía madrileña con uno de los asuntos que, junto a la pandemia, están centrando la campaña y avisó de que Maroto defiende subir impuestos al diésel y no bajar el IVA turístico.

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