Diario de León

Los socios del Gobierno piden cuentas a Pedro Sánchez y hacen valer sus votos

La votación de hoy dejará claro con qué apoyos cuenta el presidente del Gobierno para el resto de la legislatura

Pedro Sánchez y Nadia Calviño se dirigen a sus escaños en el Congreso de los Diputados durante el Debate del estado de la Nación, ayer. CHEMA MOYA

Pedro Sánchez y Nadia Calviño se dirigen a sus escaños en el Congreso de los Diputados durante el Debate del estado de la Nación, ayer. CHEMA MOYA

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EFE

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Una vez recabado el apoyo de Unidas Podemos por su giro a la izquierda en el Debate del estado de la Nación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vio ayer cómo sus socios parlamentarios le pidieron cuentas haciendo valer sus votos para la aprobación de las medidas económicas anunciadas.

«Usted no puede permitirse prescindir de nosotros», le advirtió gráficamente el portavoz del PNV, Aitor Esteban, pensando no sólo en el respaldo que el Ejecutivo de coalición necesitará para sacar adelante decisiones tan relevantes como el impuesto temporal a la banca y a las compañías energéticas, sino en el año y medio de legislatura que queda por delante, e incluso en lo que venga después.

De «parches» calificó la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, las medidas expuestas por el presidente en su discurso inaugural del debate, por lo que le emplazó a ir mucho más allá en ese «nuevo giro a la izquierda», incluso nacionalizando las eléctricas, como ya han hecho otros países europeos «nada sospechosos de ser comunistas».

Tanto Aizpurua, que no se olvidó de invitar a la izquierda «romper amarras» con «el régimen del 78» y «las hipotecas heredadas» de la dictadura, como Esteban reprocharon a Sánchez el modo de actuar del Gobierno y le han hecho ver que los necesita para seguir.

Entre tanto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que el martes no pudo hablar en el hemiciclo porque no es diputado, contó desde San Lorenzo de El Escorial (Madrid) sus absolutas reservas a la deriva de Sánchez, al que ha acusado de «copiar» las propuestas económicas de Podemos y de alejarse de la moderación que él mismo quiere abanderar.

Sus medidas «populistas», dijo, no son más que una «huida hacia adelante» del jefe del Ejecutivo y una «triste secuela de 2008» con las «mismas equivocaciones de entonces».

Del impuesto a bancos y eléctricas apuntó que «es imposible estar en contra de algo que no se conoce», pero sí ha dejado claro que el PP no lo apoyará si acarrean más comisiones a los ciudadanos.

Por lo demás, lLportó muchas novedades legislativas que añadir, salvo el compromiso del presidente de aprobar antes de que acabe julio la nueva ley de secretos oficiales. Se lo dijo a Aitor Esteban, quien se afanó en destacar los incumplimientos de Sánchez con el PNV, el primero no comunicarle previamente cambios significativos como habían pactado en el acuerdo de investidura.

Se quejó reiteradamente de la «sensación de incomodidad» que tiene semana tras semana en su relación con el Gobierno, al que tiene que «porfiar» para conseguir cosas, porque actúa «como si tuviera mayoría absoluta», y le preguntó qué va a hacer para conservar su apoyo. Y no solo hasta que acabe la investidura, sino después de las próximas elecciones.

NI FEIJÓO NI DIPUTADOS DEL PP

Le admitió el presidente que en el cumplimiento de transferencias a Euskadi hay «más luces que sombras», pero también justificó «cierta parálisis» porque el Ejecutivo vasco reclama algunas «difíciles de asumir». Ambos coincidieron en hacer notar la ausencia en el hemiciclo de líderes del PP, Feijóo incluido, donde también faltaban muchos diputados populares.

Sánchez recibió también críticas de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, por sus «decisiones equivocadas» en asuntos como el espionaje a los independentistas, los sucesos de la valla de Melilla o la «exaltación belicosa» de la cumbre de la Otan.

La votación de hoy dejará claro con qué apoyos cuenta el presidente del Gobierno en la legislatura.

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