Diario de León

Torra se enroca en el mediador para abortar el diálogo de la mesa catalana

Torra ayer, en el Parlamento de Cataluña.

Torra ayer, en el Parlamento de Cataluña.

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Quim Torra solemnizó ayer en la Cámara catalana la exigencia de un mediador que supervise el diálogo entre el Gobierno central y el catalán. Lo hizo en la primera sesión de control en el Parlament desde que perdió el escaño y desde que anunció su intención de anunciar la fecha de las elecciones en cuanto se aprueben los Presupuestos de la Generalitat.

El presidente catalán es consciente de que enrocarse en que debe haber un mediador es una forma de impedir que el diálogo intergubernamental comience. De esa forma dejaría en papel mojado el pacto de sus socios de Esquerra con el PSOE. Y no parece que vaya a cejar en el empeño.

Ayer presionó de nuevo a Esquerra con el argumento de que fue el Parlament, con los votos de JxCat, ERC y la CUP, el que decidió que el mediador debe incluirse en las negociaciones entre el Gobierno y el Govern.

«Las decisiones del Parlament son mandatos para mí», advirtió. «No es el presidente de la Generalitat el que pide un mediador, es el Parlament», subrayó. Avisó también a sus socios que si continúan reticentes con el mediador, será la Cámara catalana quien volverá a pronunciarse.

La batalla electoral entre JxCat y Esquerra continúa, irá a más a medida que se acerquen las elecciones catalanas, y está salpicando de lleno a la mesa de diálogo pactada entre el Gobierno central y el catalán, cuya primera reunión está prevista para este mes.

Torra y Pere Aragonès liderarán la delegación catalana, pero siguen sin ponerse de acuerdo sobre si la negociación debe contar con la supervisión de un mediador.

El Gobierno central ya ha cerrado la puerta a esa figura y ERC reconoce que no es una condición sine qua non para que empiece el diálogo. Sin embargo, para el presidente de la Generalitat es innegociable. Torra convocará esta semana a las fuerzas políticas independentistas y a las entidades soberanistas de la sociedad civil para acordar la posición del Govern en la primera reunión de la mesa. Será una reunión sin luz ni taquígrafos porque la primera cumbre independentista, celebrada antes del encuentro entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat, acabó sin acuerdo y en esta ocasión la Generalitat, para no airear las diferencias, no prevé que sea pública.

Los posconvergentes aprovechan cada oportunidad para tratar de trasladar la idea de que Esquerra apoyó gratis a Pedro Sánchez y también que no respeta la soberanía del Parlament. Diálogo imposible Esquerra, en cambio, no cree que el relator sea un requisito obligatorio para abrir el diálogo entre los dos gobiernos. La prioridad para los republicanos es que la mesa se ponga en marcha y creen que JxCat está poniendo palos en las ruedas con «excusas», como la del relator, que pueden hacer «imposible» el diálogo entre Madrid y Barcelona.

Los republicanos, después de días a la defensiva, pasaron ayer al ataque cargando contra la actuación de Torra en relación a la pancarta por la que ha sido condenado a una pena de inhabilitación. «La desobediencia debe llevar a la victoria, no a la derrota», dijo Sergi Sabrià. ERC reclama también poder pactar con JxCat la fecha de las elecciones.

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