Diario de León

Merino rescata a Oliva Sabuco

l El autor leonés recupera a una mujer que escribió un libro portentoso. Hace algo más de cuatro siglos, en la villa albaceteña de Alcaraz, una joven escribió un libro que pasmó al mundo. ‘Nueva filosofía de la naturaleza del hombre’ se tituló la obra que en 1587 firmó y publicó Oliva Sabuco (1562-1622)

El escritor y académico leonés José María Merino

El escritor y académico leonés José María Merino

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miguel lorenci
León

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T enía 25 años y el mismísimo Lope de Vega alabó su talento. La llamó Musa Décima , que es el título que el escritor leonés José María Merino ha elegido para la novela que publica en Alfaguara. Rescata y reivindica a la brillante y enigmática escritora arrumbada por la historia «que intuyó el funcionamiento de lo que hoy llamamos sistema nervioso» y a quien su padre trató de usurpar la identidad.

Remontándose al siglo XVI nos cuenta el escritor y académico algunas de las cosas que nos preocupan en el XXI, como el paro crónico de una generación muy preparada, la tramposa ingeniería financiera, la crisis del libro y la lectura, las relaciones efímeras, las suplantaciones, las traiciones y el latrocinio. «No es una novela histórica, a pesar de que encierre mucha historia y juega con la posibilidad de que Oliva conociera a Cervantes. Es una historia del siglo XXI», aclara su autor.

Además de la recuperación de Oliva Sabuco de Nantes Barrea —«una ilustrada que escribió un libro portentoso, que podríamos llamar hoy de medicina natural, en el que defiende el aire limpio, la comida sana y el ejercicio»—, reivindica Merino su fascinante e insólito legado y las anticipadoras teorías y reflexiones sobra la naturaleza humana en torno a las que construye su ficción metaliteraria.

Oliva será el catalizador que cambie las vidas del puñado de personas que se aproximan a su historia. «Rai, un joven abogado en paro que trata de abrirse paso en el mundo del cómic; su madre, Berta, enferma terminal de cáncer que trata de sobrevivir leyendo a Oliva; el marido de esta, Raimundo, que la abandonó por una mujer más joven y se aprovecha del legado de Oliva en su clases de filosofía», enumera Merino. «Todos tienen una relación positiva o negativa con ella y el lector descubrirá cómo muchos de los problemas de hoy se daban ya en el siglo XVI», insiste Merino.

El padre del escritor guardaba el libro que disparó su interés por Oliva Sabuco. «Era el más antiguo de mi casa, una edición de 1728 por la que mi padre tenía un enorme aprecio», explica Merino. Descubrió luego que la joven escritora aparecía en la antología de personajes oscuros de la Biblioteca de Autores Españoles que se publicó en la República y su interés maduró cuando averiguó que, a principios del siglo XX, apareció un testamento del padre de Oliva en el que este se adjudicaba la autoría de libro y que la joven estuvo casi tres siglo borrada de la historia.

«Hago una novela, no una tesis, pero apunto que quizá el padre trató de salvarla de la Inquisición, dado que provenían de una familia de conversos», apunta Merino. Quizá quiso «atraer la culpa hacia sí», agrega, recordando que ninguno de los cuatro hermanos de Oliva que sobrevivieron al padre quiso usar el testamento paterno para hurtar los derechos a su hermana. «Es un extraño enigma y al hilo de la novela juego con todas las hipótesis sobre qué pasó para que el padre se apropiara de la autoría del libro de su hija», señala.

Un portentoso tratado científico y filosófico, «autorizado por Felipe II, a quien va dedicado», en el que se dice que la mente está relacionada con el cuerpo. «Asegura que los males de la cabeza generan males fisiológicos, y viceversa». «Es una pionera de la descripción de lo que se llamó luego el sistema nervioso. Relacionó los afectos, describió cómo pueden causar daño físico, y anticipa las claves de la vida saludable y la psicología», dice Merino de un libro «que se difundió por Europa y cuyas innovadoras teoría influyeron un poco a la manera del ‘Elogio de la locura de Erasmo’».

¿Cómo pudo en la sociedad del Siglo de Oro, que ignora a la mujer, brillar Oliva Sabuco? «En el siglo XVI en España había multitud de Academias y estoy seguro de que en Alcaraz, donde hubo un fantástico traductor de latín y un brillante arquitecto, había intelectuales que se reunían para charlar; seguro que Oliva desde chica estuvo cerca de ellos», dice Merino. Lope de Vega la leyó y en su Representación moral del viaje del alma la llama Musa Décima.

Creatividad gráfica

A Merino le ha gustado siempre incluir «dibujitos» en sus libros, y en este da rienda suelta a su creatividad gráfica. Trufa la novela de viñetas que ilustran el relato. «Permiten que se exprese Rai, uno de los personajes que es dibujante de cómic frustrado», dice un Merino que pasa de lo micro a lo macro con facilidad.

Contumaz autor de microcuentos, tras esta novela de 400 páginas volverá al relato. «Creo, como Lope, que cuando uno deja un amor ha de enamorarse enseguida. Y es lo que hago. Disfruto cambiando de registro, cambiando de amor. Una novela me abisma demasiado y para salir de ella pienso en cuentos y microcuentos, y me ha ido bien», explica Merino, que revisa estos días una recopilación de los cuentos del profesor Souto, uno de sus personajes, desperdigados por toda su obra y que una profesora ha recopilado.

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