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GEOGRAFÍA PARA ABEJAS. Conocer a través de una aplicación dónde instalar una explotación apícola, tanto desde el punto de vista legal como de la idoneidad del hábitat, es el proyecto que ha iniciado Daniel Vecín

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Crear una aplicación móvil o una página web para que tanto las instituciones públicas como los productores privados pudieran conocer «de manera rápida, cómoda y fiable» dónde se puede instalar una explotación apícola, tanto desde el punto de vista legal como desde las mejores condiciones de hábitat para la producción, fue el objetivo inicial del proyecto realizado por Daniel Vecín Arias. Un trabajo de fin del Máster de Geoinformática para la Gestión de Recursos Naturales, que realizó en el Campus de Ponferrada.

El trabajo de Vecín ha desarrollado una parte de un proyecto mucho más ambicioso, que señala que «puede tener aplicaciones prácticas muy interesantes. Únicamente se ha dado el primer paso, ahora es necesario completar la base de datos con cartografía precisa que pueda ayudar a mejorar la productividad y gestión del sector apícola». Un trabajo que espera que continúen otros investigadores, ya que de momento su actividad laboral le impide dedicarse a ello.

La idea inicial, según explica el investigador, era crear en el caso de la web, «un prototipo similar a la del SIGPAC. Un lugar donde se pudiesen introducir unas coordenadas o referencias catastrales y que automáticamente generase un plano indicando qué zonas eran aptas y cuáles no, así como los motivos». La aplicación móvil sería similar, solo que al tener permisos de GPS podría utilizar la ubicación del teléfono móvil de forma automática.

La plataforma permite la actualización y mantenimiento de una base de datos georreferenciada. JIMÉNEZ

El investigador destaca que «esto no sólo sería útil para los particulares o las empresas, sino que la Administración tendría una forma rápida de comprobar si un emplazamiento solicitado cumple con los requisitos marcados por la normativa vigente o no».

La legislación que regula las explotaciones apícolas en Castilla y León es la Orden AYG/2155/2007, de 28 de diciembre, por la que se regula el Registro de explotaciones apícolas y el movimiento de colmenas, y se aprueba el modelo de Libro de Registro de Explotación Apícola. Cualquier particular o empresa que quiera colocar unas colmenas, deberá pedir una serie de permisos y respetar esa normativa.

«Supongamos que quiero poner una serie de colmenas en el pueblo. Lo primero que tendré que hacer es crear un listado con todas las parcelas que están a mi nombre o en las que tengo permiso para instalar la explotación. A continuación, calcular las distancias mínimas de seguridad que vienen reflejadas en la orden que regula las explotaciones apícolas, ya sea a otras explotaciones apícolas cercanas, núcleos de población, viviendas aisladas, carreteras, caminos, etc.»

El proyecto inicial se centró en la cartografía, y está abierto a información de interés como el hábitat o clima

Vecín explica que una vez determinado dónde pueden ponerse las colmenas es necesario estudiar el medio. «Quizá algunas parcelas estén en cotas demasiado altas, por lo que la explotación será inviable. Puede ser que la vegetación de la zona no sea la más apta. Incluso puede que haya Vespa velutina en esa zona». Una vez decidido cuál es la parcela que reúne las mejores características, será necesario pedir los permisos y a la autorización, e inscribir la explotacion en el Registro de Explotaciones Ganaderas de Castilla y León (REGA).

Al final, en todo este proceso los objetivos del trabajo fin de máster que se planteó el investigador se centraron primero en analizar el registro de explotaciones ganaderas y sus datos en la provincia de León, con la ayuda del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, lo que le permitió «conocer el estado actual y proponer una serie de mejoras para este registro».

Por ejemplo, transformarlo en una plataforma basada en Sistemas de Información Geográfica (SIG), «que permita de un modo sencillo su actualización y mantenimiento en una base de datos georreferenciada».

Además se propone diseñar «una metodología que permita crear y actualizar la cartografía de las zonas restringidas para instalar las explotaciones apícolas. Esta metodología podrá usarse para crear modelos similares en otras regiones, modificando las distancias según la normativa vigente en ese lugar. O, incluso, para otras explotaciones que deban respetar unas distancias de seguridad a otros elementos».

Por otro lado permitiría realizar una serie de análisis espaciales con la localización de los colmenares incluidos en el registro y con otra información de interés apícola, «que contribuya al desarrollo del sector apícola».

Daniel Vecín señala que «aunque la idea inicial era la de crear una página web o una aplicación móvil, al final se creó una base de datos georreferenciada que se puede consultar con software SIG (QGIS, gvSIG, ArcGIS, etc.). En esta base de datos está disponible el inventario apícola, que se obtuvo a partir del Registro de Explotaciones Apícola, y todas las áreas de la provincia de León que están afectadas por algún tipo de restricción para el asentamiento de explotaciones apícolas según la Orden AYG/2155/2007, de 28 de diciembre».

Cuando se pulsa sobre la cartografía aparecen los nombres de las carreteras, poblaciones,... DL

Además, se incluyó la posibilidad de que en «un futuro se pueda completar la base de datos con otra información que sea de interés al sector apícola, como, por ejemplo: cartografía de idoneidad de hábitat y clima para los insectos polinizadores, mapas de floración, información sobre enfermedades, plagas o depredadores, etc.»

Este punto, destaca Vecín, «es muy importante, porque ha sido el que más repercusión ha tenido, pero en el que menos se ha trabajado. Lo que se ha hecho, es adaptar la base de datos para que en un futuro se pueda incorporar esta información, pero yo no he hecho esa cartografía. A modo de ejemplo, creé unos mapas de idoneidad del hábitat, floración y clima para los insectos polinizadores a partir un programa llamado ARIES (http://aries.integratedmodelling.org/) basado en inteligencia artificial».

Esta cartografía es solo un ejemplo, ya que el tamaño de píxel es de 624 metros y no está específicamente adaptada a Apis mellifera. Un tamaño de píxel de 624 m quiere decir que cada punto del mapa mide 624x624 metros, es decir, casi 39 hectáreas. «Como se puede entender, reducir 39 hectáreas a un solo dato de clima, floración, hábitat, etc. no es preciso ni recomendable. La idea siempre fue la preparar la base de datos para que, en un futuro, otra persona pudiese continuar con el proyecto elaborando una cartografía precisa del hábitat. Otro podría hacer la cartografía de la floración o un modelo para la Vespa velutina. Cada uno de estos modelos y cartografías dan para otro trabajo de fin de máster, que pueden realizar otros alumnos».

De momento, esta cartografía no está disponible al público. «Los datos iniciales pertenecen a la Junta, y aunque se haya finalizado una parte del proyecto quedan pendientes de desarrollo otras que también son importantes».

La cartografía permite establecer las distancias que marca la legislación para instalar explotaciones

En resumen, el trabajo desarrollado por Vecín concluyó que el Registro de Explotaciones Ganaderas de Castilla y León «cumple correctamente su función, aunque pueden realizarse mejoras, que se incluyen en el trabajo y pueden permitir un mejor funcionamiento».

Por otro lado, entre todos los métodos posibles para ubicar una explotación apícola se concluye que el más adecuado es el uso de coordenadas, ya que es exacto. Una referencia catastral puede ser de una parcela pequeña o de una parcela de varias hectáreas. Una de las distancias de seguridad que exige la normativa es la distancia a otras explotaciones apícolas, por lo que el uso de referencias catastrales impide calcular esas distancias, salvo que se haga un trabajo de campo localizando las colmenas».

La cartografía de las áreas restringidas para instalar explotaciones apícolas se obtuvo procesando casi 3500 capas de la BTN25 (Base Topográfica Nacional a escala 1:25 000) y se organizó en nueve unidades temáticas. «El modelo que se desarrolló para procesar toda esta información permite repetir el proceso de una manera muy sencilla y rápida, permitiendo repetir todo el trabajo cuando se actualice la BTN25 o exportar este modelo a otra región de España, donde únicamente habrá que modificar de una forma muy sencilla las distancias de seguridad»..

Para facilitar el acceso en línea a las capas de información georreferenciada, estas se organizaron en una base de datos basada en PostgreSQL-PostGIS. «El uso de la plataforma simplifica la actualización y mantenimiento de las bases de datos y permite el acceso a los datos por varios usuarios de forma simultánea».

La plataforma SIG permite a los gestores del Registro de Explotaciones Ganaderas actualizar los datos con otra cartografía de interés para el apicultor, como pueden ser la cartografía de idoneidad de hábitat y clima para los insectos polinizadores, mapas de floración, información sobre enfermedades, plagas o depredadores, etc. «En definitiva, los resultados prácticos podrían servir como herramienta que permita mejorar la productividad y la gestión del sector apícola en la provincia de León».

Más información

■Todos los datos necesarios. El gráfico de esta página muestra las coordenadas del lugar donde se quiere poner la explotación apícola y los recintos del SIGPAC. La idea del proyecto es que la aplicación permita seleccionar una zona de estudio a través de sus coordenadas, una parcela catastral o con el GPS del móvil. Y que se adviertan las áreas donde no se puede instalar la explotación apícola. «En este caso, cerca de la zona de estudio hay una carretera comarcal, varios caminos vecinales, pistas forestales, instalaciones deportivas (un circuito) y otras explotaciones cercanas (área de pecorea). Si miramos otra zona, habrá otros elementos diferentes. La cartografía incluye todos los elementos que vienen reflejados en la normativa vigente. ¿Por qué clasifico las distancias según su valor? Esto se debe a que la normativa permite reducir las distancias de seguridad si se cumplen una serie de requisitos. Por ejemplo, en el caso de carreteras comarcales: 50 metros, solo se puede instalar la explotación si el colmenar cuenta con una cerca de, al menos, dos metros de altura en el frente que esté situado hacia la carretera, camino o establecimiento de referencia para determinar la distancia». A 25 metros (reducción del 50%) sólo se puede instalar la explotación apícola si el colmenar está en pendiente y a una altura o desnivel superior de dos metros con la horizontal de la carretera/ camino. A 12,5 metros no se puede en ningún caso.

 

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