Diario de León

Las autoridades ucranianas confirman cerca de 5.000 civiles muertos en Mariúpol

En la urbe aún quedan atrapadas cerca de 160.000 personas sin agua, luz ni calefacción: «es imposible vivir porque no hay nada»

TEF SAFADI

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A pesar de las nuevas rondas de negociación que se están dando estos días, la destrucción continúa en Ucrania. Uno de los territorios más golpeados por las bombas es Mariúpol, donde alrededor de 5.000 civiles han muerto durante la invasión, según confirmaron este lunes las autoridades locales. En la urbe aún quedan atrapadas cerca de 160.000 personas sin agua, luz ni calefacción. «Es imposible vivir porque no hay nada», denunció su alcalde, Vadim Boichenko, quien lamentó que «bajo el fuego» es muy difícil poder evacuar. De hecho, las autoridades afirmaron que durante toda la jornada descartaban abrir corredores humanitarios por seguridad. «Nuestros servicios de Inteligencia han informado de posibles provocaciones de los ocupantes en las rutas», manifestó la viceprimera ministra, Irina Vereshchuk.

Las alarmas antiaéreas volvieron a sonar y se registraron diversos bombardeos en ciudades como Lutsk, Rivne y Yitomir, al este del país, así como en la capital, Kiev, y Járkov. Los misiles alcanzaron un depósito de petróleo, afirmó el jefe de la Administración Militar Regional de Volyn, Yuriy Pohulyayko, lo que confirma las sospechas del Gobierno ucraniano acerca de que el Ejército ruso trabaja en una nueva estrategia que pasa por eliminar los almacenes de alimentos y crudo con el fin de estrangular la capacidad ofensiva ucraniana. Por ello, el equipo de Volodímir Zelenski planea distribuir la comida y el combustible a depósitos móviles para que sean más difíciles de atacar. Misil desde Bielorrusia Pohulyayko explicó que «el misil de crucero» que impactó en el almacén de petróleo de Lutsk «fue disparado desde la República de Bielorrusia» y detalló que volaba a baja altura, por lo que el radar no pudo fijarlo. Por el momento no se conocen víctimas de este ataque. Al este de Ucrania también se dio la voz de alarma. En Lugansk los invasores rusos la emprendieron contra la ciudad de Rubizhne, donde un edificio residencial resultó dañado. El jefe del distrito militar, Serguéi Gaidai, confirmó varios muertos, sin detallar la cifra, y un herido que fue hospitalizado.

La fiscal general del Estado de Ucrania, Iryna Venediktova, afirmó este lunes que no se puede descartar que los crímenes cometidos por el ejército ruso contra los residentes de la ciudad de Mariúpol alcancen la categoría de genocidio.

La fiscal señaló que ve la posibilidad de que se trate de un genocidio «cuando la gente está sin agua, sin comida, sin calefacción, cuando no hay posibilidad de marcharse, cuando las caravanas que tratan de salir son blanco de disparos,» según declaraciones citadas por la agencia ucraniana Unian.

Venediktova se refirió también a las deportaciones que según las autoridades locales están llevando a cabo las fuerzas rusas, que según dijo han afectado ya a más de 2.000 menores de edad.

«Es mucho más que un crimen de guerra,» afirmó, y destacó que el objetivo del presidente ruso, Vladímir Putin, es destruir a Ucrania como Estado y al pueblo ucraniano como nación.

Según cálculos de las autoridades ucranianas, desde que comenzara el asedio de Mariúpol en la ciudad portuaria han muerto por lo menos 5.000 civiles, entre ellos 210 niños, de acuerdo con el diario «Ukrainskaya Pravda». En base a testimonios de supervivientes, las autoridades locales estiman que en el bombardeo del Teatro del Drama de Mariúpol, el pasado 16 de marzo, perdieron la vida por lo menos 300 personas, lo que sería hasta ahora el mayor golpe contra civiles desde el inicio de la guerra.

Unas 150.000 personas pudieron ser evacuadas de la ciudad sitiada, mientras que en ella permanecen a fecha de este lunes unos 160.000 vecinos, según declaró hoy el alcalde, Vadym Boychenko.

Persecución de la Z

Varios Estados federados alemanes han prohibido ostentar en público el símbolo «Z», la letra que llevan inscrita en sus carrocerías los vehículos militares rusos que participan en la invasión de Ucrania y con la que algunas personas, también en este país, expresan su apoyo al ejército a las órdenes del presidente ruso, Vladimir Putin. En concreto, la Baja Sajonia, Baviera y la ciudad-estado de Berlín han declarado ilegal y objeto de persecución penal ostentar ese símbolo en la vía pública.

Aunque la letra «Z» no existe en el alfabeto cirílico, es usada por los vehículos militares rusos que protagonizan la guerra contra Ucrania, pero puede verse igualmente en automóviles particulares en Rusia. Una apreciación que se ha hecho también en Alemania. El ministro de Interior de la Baja Sajonia, Boris Pastorius, comentó que en su región también se han observado una cierta ostentación de ese símbolo y advirtió de que quienes lo hagan a partir de ahora deberán contar con consecuencias penales. «Me resulta completamente incomprensible que esa estilizada ‘Z’ se utilice aquí, entre nosotros, para justificar esos crímenes», dijo el político socialdemócrata.

También el titular de Justicia de Baviera, el socialcristiano Georg Eisenreich, advirtió contra el uso de esa letra. «Simpatizantes que hagan uso en Baviera del símbolo «Z» de las fuerzas armadas rusas pueden ser procesados por aprobar sus crímenes», señaló el político bávaro. Los Estados federados alemanes se remiten al artículo 140 del Código Penal germano, por el que pueden ser castigados comportamientos que supongan la aprobación pública de guerra ofensivas y que tengan como objeto alterar la paz pública. Eisenreich se refirió también al artículo 13 del Código Penal Internacional que trata sobre los «crímenes de la agresión».

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