Una brutalidad inútil con ahogamientos
La investigación que se hizo público en 2014 ya reveló que las técnicas de la CIA fueron más brutales de lo que creían los responsables políticos e incluían ahogamientos simulados conocidos como «waterboarding», baños en agua congelada, privación del sueño y alimentación e hidratación rectal. El exagente del FBI Ali Soufan fue testigo de algunos de estos abusos y aseguró que la fuerza y la violencia de la CIA no sirvió para nada. «No es solo que la tortura no funcionara, la tortura también tuvo un coste. Dañó la reputación y el prestigio moral de EE UU. También costo vidas», aseveró Soufan. Musulmán y de nacionalidad libanesa y estadounidense, Soufan tenía otra forma de obtener información cuando interrogaba a miembros de Al Qaeda. Usaba una especie de «juego de póquer» en el que establecía una relación con los sospechosos invitándoles a té o debatiendo sobre el Corán para que se relajasen y poder pillarles en una mentira, o lograr que revelaran secretos por sí solos.