Diario de León

Trump prepara el Pentágono para defenderle y seguir en el mando sin traspasar el poder

Alarma entre generales y analistas ante los nuevos nombramientos de leales y conspiracionistas en altos cargos de Defensa

Trump en el homenaje a los veteranos ayer, en el cementerio nacional de Arlington. CHRIS KLEPONIS

Trump en el homenaje a los veteranos ayer, en el cementerio nacional de Arlington. CHRIS KLEPONIS

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Donald Trump no se irá así como así. Al polémico presidente le quedan diez semanas en el poder en las que puede hacer mucho daño todavía a la democracia, e incluso llegar a orquestar un auto golpe de estado para quedarse en el poder.

Las alarmas se dispararon el lunes con el despido del secretario de Defensa Mark Esper, el tercero que ocupa el cargo durante el mandato de Trump. Esper rompió con su comandante en jefe en junio pasado tras participar involuntariamente en la polémica foto del presidente Biblia en mano frente a la iglesia de St. John para la que había ordenado dispersar por la fuerza a manifestantes pacíficos.

«No sabía lo que había pasado, pensé que íbamos a pasar revista a las tropas», se excusó dos días después. Pero lo que realmente irritó a Trump fue su negativa a utilizar tropas en activo para reprimir las manifestaciones por el asesinato de George Floyd. Esper no creía en invocar la Ley de Insurrección «para tomar el control de las calles», como había dicho el comandante en jefe al pedir 10.000 tropas. En su opinión el uso de los militares contra su propio pueblo es «un último recurso» para una situación «urgente y extrema» que no se daba en ese momento.

Pero, ¿se dará el próximo 20 de enero? Su sucesor Christopher Miller es un leal de Donald Trump que fue confirmado como director del Centro Nacional Antiterrorista apenas en agosto pasado. Peor ha sido el nombramiento de Kash Patel como su mano derecha. Desde que en 2018 ayudase al presidente a luchar contra la narrativa de las interferencias rusas en las elecciones de 2016 arremetiendo contra el FBI con acusaciones falsas, el nuevo jefe de gabinete del secretario de Defensa ha tenido una carrera meteórica.

Patel, un conspiracionista sin escrúpulos, fue ayudante del presidente del Comité de Inteligencia en la Cámara Baja David Nunes, el más leal que pueda tener Trump en el Capitolio, según el propio Steve Bannon. En poco tiempo ha escalado varios puestos dentro del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Su nombre resurgió también durante la investigación de Ucrania y se le considera el canal trasero de Trump en sus intentos de chantajear al país.

Como parte de esa masacre en la cúpula militar ha caído también James Anderson, jefe de Políticas, que dijo marcharse sabiendo que «el equipo perseverará a pesar de lo que tiene por delante». En su mensaje de despedida rogó al personal del Pentágono que nunca olvide «el juramento al cargo». Su dimisión o despido, aún no está claro, ha sido la puerta de entrada para el general de brigada Anthony Tata, otro conspiracionista al que Trump quiso nombrar secretario de Defensa a principios de año pero tuvo que retirar su nominación, al hacerse públicos una serie de comentarios islamofóbicos y recelosos de otros cuerpos de seguridad que forman el llamado ‘deep state’.

La purga seguía con la retirada del vicealmirante de la Marina Joseph Kernan, el más alto cargo de inteligencia en el Pentágono. Le reemplazará Ezra Cohen Watnick, un ex asesor de Michael Flynn, el general más conspiracionista de la campaña de 2016 que acuñó la consigna de «¡Encierrala!» con la que culpaba a Hillary Clinton de los atentados de Bengazi. Cohen-Watnick también había experimentado una importante carrera ascendente en la Casa Blanca de Trump.

La última salida en añadirse este miércoles a la lista era Douglas Macgregor, un coronel retirado del Ejército con el que Trump se ha familiarizado en las pantallas de Fox News, donde colaboraba habitualmente con sus opiniones. Ahora se las dará en exclusiva al nuevo secretario de Defensa, que lo ha nombrado su asesor.

«Está claro que este presidente prefiere la lealtad a la capacitación», recordó Adam Smith, presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja. Al congresista le preocupa el peligro de estas sustituciones en un momento vulnerable como la transición de poder, por la imagen que pueda dar a los enemigos de EEUU. Pero sobre todo, el que estos reemplazos sean el comienzo de una tendencia en la que el presidente despida o fuerce la dimisión de los altos cargos de seguridad nacional para llegar al momento crítico del 20 de enero rodeado de leales que le permitan mantenerse en el poder. «Los próximos 70 días van a ser muy precarios, en el mejor de los casos, y sumamente peligrosos en el peor».

Trump les habría ordenado que retiren las tropas de Afganistán antes de fin de año. Lejos de actuar como un presidente saliente, el mandatario ha pisado el acelerador decidido a no levantar el pie.

tracking