La UE refuerza su estrategia de sanciones contra Lukashenko
Borrell afirma que los vuelos de migrantes hacia la capital bielorrusa «están bajo control»
Una familia de migrantes, atrapados en la alambrada entre Bielorrusia y Polonia. OKSANA MANCHUK
Los ministros de Exteriores de la UE acordaron ayer reforzar las sanciones contra el régimen de Aleksandr Lukashenko. Mediante una modificación legal, amplían los criterios de castigo hacia todos los responsables directos e indirectos en esa estrategia de «ataque híbrido» que se está concretando en la llegada de miles de migrantes a las fronteras con Polonia y otros socios europeos, empujados por Bielorrusia.
La decisión adoptada permite una nueva acción de represalia que afecta a individuos, pero también a entidades supuestamente colaboradoras con ese flujo masivo. Se sumarían a los castigos ya en curso para 166 dirigentes (entre los que se encuentra el propio Alexandr Lukashenko y su hijo y asesor de seguridad nacional, Viktor Lukashenko) y funcionarios del régimen, así como a 15 entidades.
En todos los casos, se sanciona su responsabilidad o implicación en «la intimidación y represión violenta de manifestantes pacíficos, miembros de la oposición y periodistas» tras unas elecciones que se saldaron con el triunfo sospechoso de Lukashenko, que Europa viene calificándolas desde hace meses como «ni libres ni justas».
«Esta decisión refleja la determinación de la UE de hacer frente a la instrumentalización de los migrantes con fines políticos. Estamos haciendo retroceder esta práctica inhumana e ilegal. Al mismo tiempo, seguimos subrayando la inaceptable represión en curso por parte del régimen contra su propia población en casa, y responderemos en consecuencia», argumentó Josep Borrell.
El Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Comisión Europea, destacaba minutos antes de participar en el cónclave de ministros de Asuntos Exteriores que las rutas aéreas a Minsk están ahora «bajo control».
Es así gracias a los acuerdos alcanzados en unas negociaciones pilotadas por su colega, el vicepresidente Margaritis Schinás (que se encontraba en Bagdad), con países de origen y tránsito, en coordinación con las autoridades aéreas y las propias aerolíneas.
«Tenemos que estudiar cómo resolver el problema y, en este sentido, tenemos que empezar por poner freno a las rutas aéreas, aunque eso ya casi lo hemos logrado. Durante estos días hemos hablado con países de origen y tránsito y creo que el flujo está bajo control», aseguró el jefe de la diplomacia europea.
El cambio legal abre la vía a un nuevo paquete de sanciones que pese a ser debatidas ayer, pero que no tendrán una aplicación inmediata. Con esa decisión se sigue la ‘orden’ dada por los líderes en las conclusiones del Consejo Europeo de 21 y 22 de octubre de 2021, en las que declararon que no aceptarían ningún intento de terceros países «de instrumentalizar a los migrantes con fines políticos», condenaron todos los ataques híbridos en las fronteras europeas y subrayaron su voluntad de responder de forma adecuada.
El 10 de noviembre, Borrell emitió una declaración en nombre de la UE en la que condenaba enérgicamente al régimen de Lukashenko por poner «deliberadamente en peligro» la vida y el bienestar de las personas. También por «agitar la crisis» en las fronteras exteriores de la UE, en un intento de distraer la atención de la situación en Bielorrusia, «donde la represión brutal y las violaciones de los derechos humanos continúan e incluso se agravan».