Diario de León

Así fue el juicio en la jornada de ayer

José María Rivas Cid, durante su declaración. DL

José María Rivas Cid, durante su declaración. DL

León

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19.02

La jueza suspende la sesión hasta mañana a las 9.00 de la mañana, ante las quejas de los abogados sobre las largas horas de declaraciones de hoy. 

18.00

Todas las defensas protestan formalmente porque se han introducido elementos que no les han sido comunicados. Y advierten de posibles recursos. 

El fiscal señala que la declaración es acorde con la causa. Y comienza su interrogatorio.

Señala al perito que si los despidos tienen importancia en la seguridad de la empresa, insiste Riesgo que "salvo el taller, que estaba bien llevado, el resto de las funciones no funcionaban correctamente en la Hullera Vasco Leonesa. ¿Qué funcionaba correctamente allí? Pues no lo sé". 

Pedro Riesgo es doctor ingeniero de Minas y catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Oviedo, que abarca los asuntos de seguridad. Fue designado por la Escuela de Minas para realizar el informe que solicitó el Juzgado de Instrucción de León. 

Se ratifica en su informe teniendo en cuenta estas puntualizaciones. "Tienen que entender que han pasado siete años, y eso hace que el equipo haya seguido reflexionando". Niega que le hayan trasladado informes realizados posteriormente por otros peritos para contestar sus conclusiones. 

Pregunta el fiscal si el proyecto estaba autorizado para una cota inferior a la 870. "No entramos en ese tema, no nos pareció relevante para el accidente". De hecho, "un error que cometimos al principio", fue señalar la extrañeza porque la autoridad minera no hiciera nada tras los incidentes ocurridos desde 2009. Y luego vimos que era relevante, más allá del "meollo del accidente", que es lo que pretendían. 

Considera que el desconocimiento de la topografía de la zona fue determinante en el accidente. "El sutiraje no era el método de explotación adecuado por la forma de la capa". 

Riesgo señala que la ventilación "cumplía fielmente lo que decía la ITC", pero eso no quiere decir que fuera suficiente. Los ventiladores estaban bien situados, lo que "no estaba bien era la toma de aire", que debían estar "aguas abajo" para no recibir el metano que salía de la explotación. 

El fiscal pregunta sobre la bóveda. "Es cierto que es consustancial a este tipo de explotaciones, lo que se hace es darle tiros hasta que hunda". Indica que no experto en sutiraje y no sabe qué medidas tiene que tener la bóveda, pero "no debe ser demasiado grande porque genera tensiones que favorecen los fenómenos gasodinámicos. O que la bóveda se hunda, y al caer hunda las pilas. Pero no era el caso porque aquí encima no tenían carbón". 

Señala también que "los mineros ya saben cuándo pueden sutirar y cuándo no. Ellos no lo harían aunque se lo ordenaran". Sobre qué pasó allí, asegura el perito que es "especulación", pero sí es cierto que se les había dotado de autorrescatadores y si los hubieran utilizado no habría tenido esas consecuencias. 

Insiste en que los responsables de la mina no "pasaron" de la bóveda, pero como actuaban erróneamente creyeron que estaban haciendo lo correcto. Señala que "la única medida que podían haber tomado es saber dónde estaban. Había que haber parado, pero no sabían dónde estaban. Y eso se sumó a otras cosas". El fiscal pregunta que si había medios para saber dónde estaban y se podía haber hecho algo. "Con los planos no podían saberlo, y no sé por qué llegaron a sus conclusiones y tomaron sus decisiones". 

El perito concluye que fue un fenómeno gasodinámico, y el fiscal pregunta si puede evitarse. "Es un fenómeno completamente impredecible, pero entre más boletos compras más posibilidades tienes de que te toque la lotería. Había tensiones geológicas, se dejó bóveda,... Pero no hay científico que pueda predecir si va a ocurrir algo así". 

Le pregunta también por la organización de seguridad de la empresa. Cree que faltaba un director facultativo para toda la compañía, y que vistos los hechos acaecidos cuatro meses antes del accidente el director general y el jefe de seguridad "hicieron auténticas burradas en temas de seguridad". 

Se ratifica en el árbol de causas del accidente, con las "aclaraciones" hechas hoy. 

17.22

Las defensas piden aplazar la declaración del perito judicial, y prolongar la presentación de conclusiones hasta el viernes. La magistrada decide empezar hoy la declaración de Pedro Riesgo.

El perito judicial se ratifica en el informe presentado en la causa. Pero pide que le permitan hacer tres aclaraciones, "no contradictorias con el ifnforme sino profundizar"

La primera sobre los incidentes anteriores en el macizo 7ª, desde el que provocó la declaración del macizo como de categoría 3 en 2009. A pesar de ser sospechoso de desprendimientos instantáneos, el informe dice que no se tomaron medidas adicionales. Ahora añade que la norma sobre DI señala que el director facultativo está obligado a informar a la autoridad minera de todo incidente que pueda hacer sospechar DI, como liberaciones de gas causen o no desgracias personales. Y que desde ese momento se abrirá un periodo de vigilancia de un año durante el que la autoridad minera establecerá las medidas y realizará un informe técnico para conocer por qué se produce. 

Si se mantienen los incidentes se procederá a declarar la mina de categoría 4. Por lo que el perito señala que se debería haber declarado de 4ª categoría, y así estaría obligado a que exista un servicio encargado de la prevención de DI y estaciones subterráneas de socorro convenientemente equipada.

Por otro lado, su segunda observación es sobre la ubicación de los electroventiladores. En el informe de 2015 se indicaba que no se ubicaron directamente en la corriente primaria de ventilación, sino en un culatón bañado parcialmente por el retorno. Y eso causó la parada de la ventilación secundaria el día del accidente. Por lo que la ventilación era "manifiestamente mejorable". De hecho la autoridad minera requirió modificar el diseño de la ventilación, obligando a cerrar el culatón de forma que el flujo de retorno no impactara sobre el electroventilador. 

La ubicación cumplía la norma sobre ventilación, pero en la ventilación secundaria la ley dice que se instalarán fuera del fondo de saco y de la corriente de retorno. Dice el perito que el sistema de ventilación secundaria sí cumplía la normativa exigida. 

Por último hace una nueva aclaración. Sobre las causas del accidente, que concluyó que fue un fenómeno gasodinámico por rotura de las rocas. Añade que es cierto que no se puede predecir un fenómeno de estas características, pero sí hubo una serie de circunstancias ante las que no se tomaron las medidas necesarias viendo que había mucho metano y existía bóveda. 

Señala también que la dirección desconocía el lugar en el que se encontraba la explotación. Para ello explica cómo dieron los tiros a calar. El primero no acertó, y luego decidieron, "también erróneamente", hacer otro más a la derecha. No le ha sido posible aclarar cómo se tomaron las decisiones, pero fue a partir de un error topográfico. "Pensaban que la planta 6ª estaba mucho más encima de ellos de lo que estaba en realidad". Lo que hizo que calaran a la bóveda y no a la 6ª planta, lo que impidió que tomaran otras medidas ante existencia de bóveda. 

Al iniciarse el fenómeno vigilante y mineros intentaron huir sin ponerse los autorrescatadores y cayeron. Además insiste en las deficiencias de la ventilación, "manifiestamente mejorable e inadecuadamente ubicada". Y eso era extensible a todo el pozo. Y añade que el día del accidente hubo un corte de corriente alrededor de dos horas y cuarto antes del accidente. Eso hizo que se parara la ventilación y el metano superara el 3%, lo que obligó a los trabajadores a abandonar la explotación. "Eso implica que la dirección facultativa no sabía dónde estaba ubicada, la ventilación era mala, había cortes de corriente,... El taller que visité era bien llevado, pero todo lo demás no funcionaba". 

La causa última del accidente fue "que no se cumplieron adecuadamente las actuaciones en materia de seguridad laboral". Y no se cumplieron porque la organización no estaba bien clara, ni siquiera en su DIS. Añade, "y no es contradictorio", que se apoya en una sentencia del Juzgado de lo Social de León ratificada por el TSJCyL. 

Las defensas protestan porque lo que está exponiendo el perito judicial es "una nueva pericial", contra la que no pueden defenderse. Y recuerdan que insistieron en que declarara al principio. La jueza dice que siga y será valorado posteriormente. Señalan que el perito "está superando sus funciones". 

El perito dice que no había un director facultativo, sino un director general que no era ingeniero de Minas. Y recuerda el caso que desencadenó el despido de dos ingenieros pocos meses antes del accidente que se juzga. "El director general les despidió y tomó la decisión de bajar él mismo a colocar los metanómetros que se negaron a poner los despedidos". 

 

16.45

Se retoma la declaración del ingeniero que realizó el informe sobre la ventilación. Preguntan las defensas. Insiste el experto en que el caudal de ventilación instalado era muy superior al exigido legalmente, y detalla cómo funcionan la ventilación primaria y secundaria. Y que las decisiones sobre paralizar la maquinaria cuando subía el nivel de grisú eran acertadas, para evitar explosiones. Habla también del esquema de seguridad, en el que el vigilante de la explotación tendría que comunicar al plantilla cualquier incidencia. 

Pregunta la jueza. Si conoce alguna otra forma de ventilación o equipos que hubiesen podido con esa salida de metano que se produjo el día del accidente. "Una emisión de esta magnitud no hubiese podido ser controlada". Insiste en que tener más ventilación no hubiera evitado el fatal desenlace del siniestro. Incluso hubiera sido contraproducente y podía haber provocado incendios.

El fiscal quiere responder tras señalar una de las defensas que sus preguntas crean confusión sobre lo que es un fondo de saco.

Finaliza su declaración. 

15.41

Se hace una parada de una hora para comer. El testigo perito tiene que volver, no se ha concluido el interrogatorio.

13.45

Se retoma la declaración de José María Rivas Cid. Pregunta el fiscal. Que insiste en preguntar qué se considera un culatón y en qué medida afecta a la ventilación en el taller y la galería. 

A preguntas de las acusaciones señala que no visitó el taller siniestrado, y que en su época en la Vasco coincidió con alguno de los acusados. Preguntan por la aplicación de la DIS que obliga a parar cuando el nivel de grisú supera el 1,5%, y por el hecho de que este porcentaje pueda superarse en determinadas circunstancias, como los disparos a la llave y otras formas de desgasificación. 

Le preguntan si es normal que el 14 de octubre lunes se superara ese nivel durante casi todo el día, señala el ingeniero que fue cuando comenzó la explotación del taller, "una circunstancia totalmente anómala" que provoca desorción de grisú. Como otros días en los que se produjeron voladuras, y salió gas durante horas. "Esa desorción no es mala", señala el ingeniero. 

Los abogados insisten en preguntar si eran normales los niveles de gas que se registraron durante la mayor parte de los días en los que se realizó la explotación del taller donde se produjo el accidente, y los cortes eléctricos y de ventilación que se producían. También discuten ampliamente sobre la diferencia entre un fondo de saco y un culatón, para determinar si la ventilación estaba colocada de acuerdo a la normativa. 

El técnico rebate las conclusiones del perito judicial al considerar que los niveles de corte no son los mismos en el taller que en el pozo.

13.12

Comienza la declaración de los peritos forenses que realizaron las autopsias a los seis fallecidos y los informes posteriores. Son Ignacio Alija y Rosa Ana Marcos Ramos. 

La causa de la muerte fue anoxia oxipriva, respiraron en un ambiente de falta de oxígeno que causa daños neurológicos incompatibles con la vida. Fue causado por el contenido en metano, que no es tóxico pero desplaza el contenido de oxígeno. 

Respecto al estrés postraumático y problemas de salud se derivan del accidente de octubre de 2013.  Respecto a Óscar Gutiérrez Calvo es que no se pudo establecer de manera adecuada los criterios médicoforenses. Y no tuvo baja hasta septiembre de 2014 cuando tras una baja por cirugía, los médicos consideran que no puede relacionarse con el accidente. Aunque la Seguridad Social señala que sus crisis de ansiedad se deben a su participación en el accidente. Desde el 29 de octubre de 2013 a febrero de 2014 trabajó en la mina con normalidad, apuntan. Y que el estrés postraumático no aparece más allá de tres meses después, sobre todo cuando se está en contacto con la mina. 

Preguntan las acusaciones. Cuestionan sobre las circunstancias en las que se establecen las incapacidades de sus defendidos. 

Los médicos explican cómo afecta un golpe de gas como el que sufrieron las víctimas. Señalan que la falta de oxígeno afecta a las funciones neurológicas e impide moverse, antes de perder el conocimiento. "La persona cae, la supervivencia es una cuestión de suerte". 

Finaliza la declaración de los forenses.

11.33

Llama a declarar a José María Rivas Cid. Ha realizado un informe aportado a la causa. Es perito de la defensa, con datos aportados por la defensa e incluidos en el pleito. Trabajó en el desarrollo de la Nueva Mina de la Hullera Vasco Leonesa en procesos de electrificación. Coincidió con algunos de los acusados.

Es doctor ingenieros de Minas experto en explotaciones de grandes capas y graduado en Prevención. Ha desarrollado su actividad en la minería. Y ha sido vocal de la Comisión Regional de Seguridad Minera en Asturias y a nivel nacional y ha participado en elaboración y valoración de normas. 

Su informe es sobre la ventilación y monitorización de la explotación accidentada. Señala que la ventilación busca facilitar condiciones adecuadas de trabajo dentro de que es "un ambiente hostil, pulvígeno y con gases". También la temperatura puede ser elevada. Todo eso ha de ser facilitado por la ventilación; y en determinadas explotaciones fundamentalmente evitar el riesgo de explosión por gases. 

El riesgo de explosión en una mina de carbón puede venir por el grisú, entre otras causas. El rango de explosión del grisú es entre el 5 y el 15%. Por eso se establece un sistema de monitorización ambiental en distintos puntos de la mina. 

Se trataba de una mina de tercera categoría porque es fuertemente grisuosa. Lo establecen las ITC que desarrollan el Reglamento de Seguridad Minera. La ventilación es fundamental en cualquier mina, y en mayor medida en una grisuosa. 

El perito analiza también las Disposiciones de Seguridad Internas. Y cómo actuar en cada nivel de grisú. Todas las legislaciones establecen un límite en el que detener la maquinaria para evitar explosiones por chispas, en España es del 1,5%. Que "no es un porcentaje peligroso para la salud, hay oxígeno y en ningún caso generan una atmósfera respirable". 

El ingeniero explica el funcionamiento de los sistemas de ventilación primario y secundario, y cómo actuaban los electroventiladores. Señala que la ventilación en el Pozo Emilio triplicaba el volumen de aire exigido en la normativa. Y que los ventiladores estaban en la ubicación adecuada, y no podrían estar en otra ni aportarían mayor caudal: "Al contrario, actuaría uno contra otro". Para las dimensiones de la galería y la explotación "hay unas dimensiones concretas establecidas y estos eran los adecuados". 

Concluye que la ventilación cumplía todos los requisitos legales establecidos y las DIS que se impuso la propia empresa. El procedimiento que siguió la mina fue "absolutamente impecable" en las medidas de desorción de grisú, y "difícilmente se podían haber establecido más mecanismos". 

A parte de los metanómetros, el experto explica los valores que registraron los anemómetros, de la velocidad de la ventilación. Y señala que en el momento de la invasión de grisú se registró un fuerte incremento de esta ventilación, que llegó a distintos puntos de la mina, y evidencia que la cantidad y velocidad con la que salió el gas fue "bestial". 

Indica que existen "muchos indicios de que lo que se produjo no fue una rotura de la bóveda"; Coincide con las versiones de otros peritos  en que la caída de la bóveda  genera un enorme estruendo que es imposible que no se oyera; y además produce "efectos mecánicos" que no se apreciaban en el taller. Y que lo que se oyó fue el petardeo del gas, lo que hace pensar "que se trata de un fenómeno gasodinámico". Además de la cantidad de la emisión, 19.000 metros cúbicos, imposible de contener en una bóveda incluso con la desgasificación del entorno, que por otra parte ya había sido desgasificada, lo que no se corresponde con que la velocidad y presión del aire se triplicara. 

Y "ante una avenida de esas dimensiones la cantidad de ventilación que se aportó, que se mantuvo dos minutos, es insignificante respecto a la cantidad de grisú que salió". Indica que el informe del perito judicial habla del efecto pistón "y refleja un desconocimiento de la mecánica de los gases"; y que en todo caso la atmósfera hubiera sido irrespirable fuera cual fuera la cantidad de ventilación que se aportara. 

Se hace una breve parada antes de que comience el interrogatorio del fiscal y las acusaciones. 

9.59

Comienza la vista oral de hoy, está prevista la declaración de también de los forenses. La jueza pide que en las jornadas siguientes de esta semana, los informes de conclusión de los letrados deberán intentar no repetir argumentos expuestos anteriormente, y abreviar en indicar jurisprudencia y normas para no alargar innecesariamente las jornadas. 

Declara José Ramón González Morales. Testigo perito que realizó un informe sobre el accidente. Interroga la defensa. Es ingeniero técnico en Topografía, entre otras formaciones. En 2013 era jefe del servicio de Topografía de la Empresa, que dependía del Departamento de Planificación. Sus funciones eran representar las labores que se hacían a lo largo de la mina y guiarlas cuando así se pedía. 

Sobre el conflicto del supuesto error en el macizo de la 7ª E, señala que "no sé. me dedico a la topografía, no a la explotación". Los planos se iban haciendo una vez que la galería se ejecutaba, representaban lo que se había avanzado posterior a las labores. La galería, señala, siempre avanza dentro de la capa; anteriormente hace catas pero el plano refleja lo que se ha realizado. 

González dice que es imposible que se pierda la capa, "la galería tiene que estar dentro". Explica que se colocan en las explotaciones plomadas y puntos para colocarlos equipos, que miden las galerías y luego se llevan al plano. El error en el plano se detectó cuando hicieron las catas para ver si había bolsas de agua encima. "Había materiales que no correspondían". El día 15 de octubre de 2013 el equipo de topógrafos entró a la mina y se dio cuenta del error. "Se hizo una comprobación más a fondo de la galería, el pozo y la planta superior". 

En todo caso señala que "la galería siempre tuvo que estar en la posición que tenía donde estar, sólo hubo un error en la representación. Que el punto de referencia se mueva es algo frecuente, a menudo nos damos cuenta y hay que medir de nuevo. En este caso no se detectó ningún cambio en el referente, de ahí el error". 

Y se advirtió antes de iniciar la explotación. "Jamás los ingenieros manifestaron que tuvieran dudas de dónde estaban". 

Le muestran un plano sobre el que señala que tiene datos de buzamiento que no se corresponden con los datos facilitados por la Hullera Vasco Leonesa. "Hay una parte que sí se corresponde, pero otras líneas y marcas que no se han realizado por nadie del equipo de topografía". De otro plano señala que "no es un plano de la Hullera, no lo reconozco". 

Indica también que "nunca se ha medido una bóveda". Y que la posición de los culatones, galería, postaller, etc. "no puedo identificar nada que yo conozca, no sé cómo está elaborado ni por quién, ni qué pretende representar". El abogado le pregunta si la autoridad minera se han puesto en contacto con la empresa, y señala que "todos los planos que se pidieron se entregaron", aunque los que le muestran no tiene que ver con los suyos. Lo interpreta como "un dibujo". 

Concluye que las labores del macizo 7º E no tuvieron afectación por el error en el mapa.

El fiscal pregunta al jefe de los topógrafos de la Vasco cómo se sabe hacia dónde se avanza. "A partir de la capa superior y de unos sondeos en techo y muro para avanzar pegado al muro". Le recuerda que tiene obligación de decir verdad, como testigo. Y le insiste en qué es la representación de los sondeos, "se recogen datos que se llevan al plano, pero después". Insiste el fiscal en conocer cómo saben los trabajadores hacia dónde tienen que avanzar. Dice el topógrafo que no sabe cómo se realizan las tareas mineras. 

"El plano se cambió para modificar la posición de la capa, la galería siempre estuvo bien", insiste el topógrafo. Indica que el plano de la autoridad minera tiene datos de buzamiento "que no han sido hechos por nosotros". Tampoco sabe si era una explotación en terreno virgen, "son cuestiones de laboreo, no me corresponde". Insiste en que "no soy la persona adecuada para contestar sobre explotación". 

Preguntan las acusaciones, dice que en su informe no incorpora planos ni anteriores ni de después. "El plano que estaba mal no tenía sentido, se desechó. No lo consideré oportuno". El informe del topógrafo sólo incluye un plano, realizado el 16 de octubre. El letrado pregunta por qué había "tanta urgencia" en realizar las mediciones para corregir el plano, de forma que a pesar de que los topógrafos sólo trabajaban en turno de mañana acudieron en la misma noche en que se detectó a realizar nuevas mediciones para corregirlo. El perito señala que "no tiene sentido tener un mapa que no es correcto".  

Otro de los letrados le lee su informe en el que dice que entre las funciones de topografía está "realizar consecutivamente las labores de estimar el probable trazado de la nueva galería" de acuerdo con los datos obtenidos de las galerías inmediatamente superiores. Es una tarea previa a la explotación, "estimar esos primeros metros para marcar el avance de la galería". 

Señala también el informe que la capa tiene un buzamiento "inusual" para las condiciones de la capa explotada, y no se correspondía con las previsiones realizadas sobre la capa superior. "Se comprobó que no tenía la inclinación habitual", pero "no tenía que trasladarse al mapa". 

Finaliza su declaración. 

La jornada de hoy

La declaración hoy del perito designado por el Juzgado cierra el turno de informes de los expertos en minería, que han protagonizado las últimas jornadas de la vista oral en el juicio por la muerte de seis mineros en el Pozo Emilio del Valle de la Hullera Vasco Leonesa el 28 de octubre de 2013. Hoy está prevista también la comparecencia de médicos forenses, para dar paso en los próximos días a las conclusiones definitivas y los informes de las partes. 

El próximo jueves, si se cumplen como hasta ahora los plazos de este largo proceso de vista oral (comenzó el 7 de febrero), concluirá la presentación de las conclusiones definitivas y los informes de las partes, que dejarán el caso a la espera de sentencia de la magistrada del Juzgado de lo Penal 2 de León. 

El informe de Pedro Riesgo apunta a que la Vasco no cumplió adecuadamente las funciones en materia de seguridad. Señala que la causa inmediata del accidente fue la aparición súbita de un fenómeno gasodinámico, cuyo momento de aparición es imposible de predecir. 

Sin embargo, señala el experto que existían suficientes indicios de riesgo, desde el alto nivel de metano a anomalías geológicas, un macizo entre las plantas 7º y 9º que favorecía la existencia de sobretensiones y varios incidentes que habían ocurrido en los años anteriores relacionados con el metano. Además, apunta en su informe, la ventilación era «manifiestamente mejorable» y el organigrama de seguridad confuso.

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