Diario de León

EL MAPA DE LA ECONOMÍA LEONESA

El 20% de los municipios leoneses acapara casi el 90% de las empresas en activo

Onzonilla, Valdefresno y Santovenia de la Valdoncina tienen mayor densidad de sociedades . Santa María del Páramo y Riaño, entre las que cuentan con más actividad sobre el volumen de población . La zona norte de la provincia se encuentra entre las zonas más deprimidas empresarialmente del país .

León

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El mapa empresarial de la provincia dibuja un claro panorama del reparto de la actividad económica leonesa. Marcada por un elevado número de municipios y localidades, con una gran dispersión de la población, las sociedades tienen sin embargo una clara tendencia a la concentración. Hasta el punto de que buena parte del territorio provincial se percibe como un «desierto empresarial», que evidencia también la falta total de muchos servicios en grandes zonas. Ni un bar, ni un comercio, ni una sociedad,... Nada. En 17 de los 212 municipios de la provincia de León no hay dada de alta ni una sola actividad emprendedora. Incluso la zona norte de la provincia se encuentra entre las de menor densidad empresarial del país, junto con zonas de Cádiz, Huelva, Ceuta y Melilla.

El caso es que más del 86% de las empresas en activo de la provincia se concentran en apenas un 21% de sus municipios. Casi 26.900 sociedades del total de 31.000 que hay censadas en León desarrollan su actividad repartidas entre 41 ayuntamientos. El resto, algo más de 4.000 sociedades, se distribuye entre los 154 municipios restantes que sí cuentan con alguna actividad dada de alta.

Por número total de empresas ubicadas en su territorio, está claro que las dos cabeceras de actividad provincial se encuentran en las capitales de la provincia y del Bierzo. León suma 9.595 empresas, y Ponferrada 5.415. Les siguen San Andrés del Rabanedo con 1.633 y Villaquilambre con 1.015; además de La Bañeza y Astorga, con 902 y 901 respectivamente.

Un dato llamativo es el de la densidad empresarial, es decir, el número de empresas asentadas en cada municipio por cada mil habitantes. Un análisis realizado por la Unidad de Datos del Confidencial, cruzando la información del Directorio Central de Empresas con las del último padrón municipal, ambas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística. La importancia del Polígono Industrial de León se evidencia en el hecho de que los tres municipios con mayor densidad de la provincia son los que acogen a las empresas instaladas en esta infraestructura industrial: Onzonilla, con un ratio de 132,93 y Santovenia de la Valdoncina, con 105,21; junto con Valdefresno, que tiene más de 120 empresas por cada mil habitantes.

Es destacable también la elevada concentración empresarial de municipios como Santa María del Páramo, que no llega a 3.200 habitantes censados pero suma 294 empresas (un 93,13 de ratio); y Riaño, con 47 sociedades entre sus 508 vecinos (92,52). También Cabañas Raras, La Bañeza, Toral de los Vados, Camponaraya, Sahagún, Vega de Valcarce y Villaturiel destacan por su elevada densidad empresarial, en varios de estos casos ligada a la presencia de polígonos industriales. 

Esta circunstancia es resaltada por el experto que ha realizado el análisis de los datos, Javier Crecente, profesor de Economía y Dirección de Empresas de la Univesidad de Alcalá. Apunta la importancia de los polígonos industriales a la hora de facilitar el acceso a las materias primas y otros suministros, para ahorrar costes de producción y reducir tiempos. Señala que las sociedades buscan los polígonos para retroalimentarse y asociarse con empresas auxiliares, «de forma que los diferentes elementos de la cadena de producción se sitúan muy cerca unos de otros, facilitando su complementariedad y abaratando costes».

Una concentración que está también directamente relacionada con las ventajas económicas y fiscales que ofrecen los gobiernos autonómicos y los ayuntamientos para atraer sociedades, algo que es más fácil en las zonas próximas a grandes núcleos empresariales.

El profesor destaca a la hora de analizar las zonas más deprimidas empresarialmente del país que estos territorios se acercaron a la media nacional en los años anteriores a la crisis, pero el deterioro económico del país frenó esta evolución. Ahora el tejido productivo está «en pleno proceso de ajuste de su estructura empresarial», ya que en la época de bonanza se había sobredimensionado con empresas que, con la irrupción de la crisis, se mostraron poco competitivas». Una falta de resistencia que según el experto tiene mucho que ver también con el reducido tamaño de las pymes españolas, lo que supone en su opinión no sólo un freno para la productividad y la competitividad de la mayor parte de los territorios a largo plazo sino el inicio de un nuevo proceso de divergencia entre las regiones españolas.

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