Adiós a un corazón verde y un alma libre

ana gaitero | león

Santiago Rodríguez Magallón, Santiago, el de Urz, como era conocido en León, se fue con el frío. A los 71 años y tras haber resistido a un cáncer y sobreponerse a un infarto, una neumonía acabó con la vida de este leonés que ha sido un activista social y un referente en el ecologismo, la igualdad de género y el bienestar de la ciudad y la ciudadanía, de la provincia y sus gentes, de la tierra y sus habitantes. «Corazón verde y alma libre», como le definen en Urz, fue uno de los fundadores de este colectivo ecologista surgido en los años 80 en León y activo en la lucha por preservar el medio ambiente, desde las históricas batallas contra los pantanos de Riaño, que cumplen 30 años, a la demanda, y Omaña a la demanda de carriles bici en la capital. Perteneció al Grupo Autónomos, fue fundador de la Casa de la Paz de Quintanilla de Somoza, contra el campo de Tiro del Teleno, miembro de la Coordinadora Pacifista y de la Coordinadora Ecologista de Castilla y León, Los Verdes y Arenci por la Renta Básica.

Allí donde había una semilla de innovación y de lucha estaba Santiago. También fue uno de los impulsores del Grupo de Hombres por la Igualdad Prometeo de León. Como reseña su amigo Ramiro Pinto, «este hombre entrañablefue el relevo de la generación que luchó contra el franquismo» y parte de esa corriente que intentó construir un mundo democráticamente limpio.

Maestro de profesión, se recuerda su paso por la escuela de Gradefes, al igual que su vinculación con el Movimiento Cooperativo de Escuela Popular (Mcep) de la Pedagogía Freinet, también trabajó en la Fundación Isadora Duncan como educador, pero fue en el ámbito social y político, como militante de base, donde más se conoció y reconoció.

Tertuliano y caminante, amaba tanto la compañía como la soledad. Nunca renunció a la utopía de un mundo mejor. Hoy a las 5 de la tarde será despedido en el crematorio del Cementerio de León.