Comunicaciones
El Alvia deja en tierra a los pasajeros de la capital leonesa
La venta de billetes era superior a la capacidad del tren Gijón-Castellón
Un tren Alvia en la estación leonesa. FERNANDO OTERO
La estación de León vivió ayer un nuevo capítulo de desajuste, en horarios e intendencia de trenes. Cientos de viajeros, más de doscientos, según fuentes oficiosas esperaban el Alvia Gijón-Castellón; pero no llegaron a subir. Fueron derivados en autocares a Valladolid, donde, esperaba otra rama de los 130 para llevarlos hasta la capital de España. Muchos de ellos, pendientes de enlaces y combinaciones en el aeropuerto de Barajas, perdieron la secuencia de viaje programada.
La causa, también explicada de forma oficiosa por personal de la compañía ferroviaria, se debió a que se habían vendido billetes para una doble composición de este tren, que entra pasada la una de la tarde en la capital leonesa. Pero el convoy cubría el trayecto en composición simple; así que los pasajeros que esperaba en la capital leonesa fueron evacuados en otro medio de transporte, recurso habitual e inmediato para solventar este tipo de inconvenientes.
La incidencia elevó los ánimos en el vestíbulo de la estación de León, epicentro habitual para recoger este tipo de registros que , a fuerza de convertirse en habituales, no dejan de soliviantar los ánimos de los usuarios.
La entrada de los trenes que conectan León y Asturias acumula retrasos frecuentes, debido a nuevas limitación impuestas a la circulación por el mal estado de la vía, que retarda de forma notable el tiempo previsto para cubrir el trayecto. La secuencia de circulación por la línea de alta velocidad de León solapa desde hace meses el paso del Alvia que procede de Asturias con destino a Madrid y al Levante con el que llega desde La Coruña en dirección a Barcelona; este sistema obliga a encadenar transbordos para alcanzar las estaciones del norte y las del corredor del Ebro. La atención a la demanda de billetes quedó ayer al descubierto.