Diario de León

La policía detiene a un nuevo sospechoso por el crimen de Obispo Almarcha

El secreto del sumario está a punto de vencer y la investigación del caso da un giro importante | El detenido será interrogado en la Comisaría de León y no pasará a disposición judicial hasta el jueves

Portal del inmueble en el que ocurrieron los hechos. CASARES

Portal del inmueble en el que ocurrieron los hechos. CASARES

León

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La Policía Nacional ha detenido a una persona por su presunta relación con el crimen de Obispo Almarcha, cometido hace ahora dos años. El arrestado será interrogado en la Comisaría de León y no pasará a disposición judicial hasta el jueves. El Juzgado de Instrucción número 1 de León decretaba de nuevo y por un periodo de un mes el secreto del sumario abierto por el crimen de Obispo Almarcha, al entender que existen indicios suficientes como para plantearse la posibilidad de incriminar a una persona -sería la tercera tras dos descartes-, relacionada con la víctima de forma indirecta.

La investigación ha abandonado definitivamente las vías que contemplaban la opción de de vincular los hechos a un familiar o a su última pareja sentimental, puesto que de las indagaciones practicadas se ha concluido que no se sostiene tal hipótesis y se considera que en las próximas fechas se podría producir alguna detención. Los hechos ocurrieron la noche del 24 de marzo de 2020.

El auto que dilucidó en favor de Instrucción 1 las competencias de la investigación judicial (tras surgir una diatriba en torno a la idoneidad de asignarlo a Instrucción 4 por posible violencia machista), refería la existencia de dos sospechosos iniciales.

«El examen de las diligencias hasta ahora practicadas muestra que el fallecimiento violento de la víctima se produjo en el interior de su domicilio, no presentando la puerta de dicha vivienda signos de estar forzada, lo que sugiere que el autor del hecho debió entrar con el consentimiento de alguno de los moradores. Tal circunstancia apuntaba hipotéticamente a dos posibles autores del homicidio», reflejaba el auto. Las investigaciones policiales parecen haber descartado las dos posibilidades y ahora la Policía Nacional podría atribuir la presunta autoría de los hechos a una tercera persona.

El examen de las diligencias revela que la persona que encontró a la mujer asesinada en el interior de su domicilio fue uno de sus hijos tras recibir la llamada de una vecina alertando de que la luz de la vivienda de la finada llevaba encendida todo el día.

El Ministerio Fiscal, por su parte, «señalaba en su extenso informe del día 1 de diciembre de 2020, que si bien el compañero sentimental de la fallecida ha podido faltar a la verdad en cuanto a la inexistencia de tensión en la pareja en los días inmediatos al fallecimiento de la mujer -lo que es desmentido por testigos del entorno de la propia víctima- ,no se aprecian datos concluyentes que determinen indicios claros de su participación en los hechos», sostenía el documento.

Ya en aquellas fechas la instrucción judicial barajaba asimismo «la posibilidad de que pudieran haber participado en la causación de la muerte otras dos personas investigadas por el juzgado, en cuyo domicilio se ordenó una entrada y registro por el Juzgado de Instrucción número 1 (Auto de 26 de marzo de 2020), personas que no tienen ni han tenido parentesco ni relación sentimental alguna con la fallecida». Ello descartaba la idoneidad de otorgar a Instrucción 4 (Violencia sobre la Mujer) la dirección judicial de la investigación.

La perspectiva que se presenta ahora sugiere la apertura de una vía alternativa que permitiría el esclarecimiento del caso. Camino de los dos años desde que ocurrieron los hechos, la Policía Nacional insiste en que los primeros momentos posteriores a lo sucedido, que a tenor de la experiencia siempre se antojan fundamentales, contaron con una circunstancia fatal para el devenir de las operaciones: el confinamiento. En esas circunstancias, seguir el movimiento de las personas sospechosas se volvió prácticamente imposible, las comunicaciones telefónicas apenas habían podido arrojar datos relevantes a la hora de formular una acusación y, en esas circunstancias, incluso la familia se había quejado en alguna ocasión en su ámbito privado de no tener noticias de cómo marcha el asunto.

La noche del 24 de marzo se produjo este crimen. El cadáver presentaba numerosas puñaladas y evidencias de haber sufrido un ataque muy violento. El cuerpo de la víctima apareció en su dormitorio.

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