La Audiencia reduce las penas por el crimen del dominicano
Mantiene la condena al autor del disparo y al considerado cómplice
La Audiencia Provincial redujo ayer las penas propuestas para el segundo y el tercer acusado del crimen del dominicano y mantiene las de 14 años de cárcel para Erasmo, considerado autor del disparo mortal y para Jonatan, considerado cómplice, que cumplirá ocho años de prisión.
Por contra, Amaurys, al que el jurado consideró culpable del homicidio, pasa de los 14 años que pedía la fiscal a 12 y Hoover, el conductor del coche en el que se desplazó el grupo a Villavente para cometer el crimen, baja de 12 a 10,5 por atenuante de alteración mental.
La sentencia fue avanzada en fallo por el magistrado presidente del Tribunal del Jurado, que determina una indemnización de 73.000 euros para la familia del fallecido.
Erasmo sufrió en su domicilio un robo a manos de dos encapuchados. Pensó que uno de ellos era Dawry, un amigo de la infancia que residía también en España,, y le citó acompañado por los otros sospechosos, con los que se fueron a Villavente.
Allí, después de cruzar unas palabras, Erasmo dijo: «Hay que finiquitarlo». Sacó un arma y le propinó dos disparos, uno de los cuales se encasquilló. El otro resultó mortal y acabó con su vida en el mismo momento.
Los atacantes abandonaron el cadáver pero volvieron minutos más tarde para llevarse la cartera y el móvil del desaparecido. Las bandas de rodadura de los neumáticos del coche de Hoover, habitual conductor de Erasmo, delataron al primer investigado, que fue detenido y dio una versión de los hechos que concordaba con las pruebas que tenía la Guardia Civil.
Dijo haber circulado por las mismas calles que recogían las antenas de telefonía, describió la disposición de los ocupantes del coche y aparecía conduciendo el coche con cinco ocupantes a la ida y solo cuatro a la vuelta. Gracias a su testimonio, se pudo avanzar de forma notable en la investigación de los hechos
Detenidos los principales investigados, la causa llegó a tener hasta catorce imputados, por asuntos de tráfico de drogas que se cruzaron en las conversaciones telefónicas intervenidas por la Guardia Civil. Algunos fueron juzgados por otras causas. Otros quedaron al margen de la instrucción.