Aviones de Estado con base en Torrejón practican vuelos en León

Un Falcon, uno de los aviones del Estado —entre cuyas misiones está el transporte de los responsables del Gobierno— y un CN295 de carga aprovecharon ayer las instalaciones del aeródromo de León para continuar con sus ejercicios de instrucción. Llegaron a la capital leonesa desde la bases de Torrejón de Ardoz y de Getafe, respectivamente, para realizar varios ejercicios, como aproximación a la pista, donde realizaron varias pasadas, aunque no llegaron a tomar tierra como tal.

León cuenta con un aeródromo militar, dependiente del Ejército del Aire, aunque las instalaciones están también abiertas al tráfico civil, gestionadas por Aena. Éstas últimas actividades, las de vuelos comerciales, están actualmente paradas con motivo del estado de alarma, pero la torre de control, gestionada por militares, continúa prestando servicio para cualquier tipo de necesidad justificada, como por ejemplo un trasplante.

Es habitual que los aviones del Ejército del Aire escojan el aeródromo leonés para realizar sus tareas de instrucción. Los F-18 o los Eurofighter aprovechan la escasa saturación del espacio aéreo leonés para realizar sus ejercicios y, además, emplean las instalaciones leonesas, integradas en la Academia Básica del Aire, como base fundamental para la defensa del espacio aéreo del norte de España. Así, el aeródromo es un punto de referencia para los aviones que se encargan de esta misión a diario, sobre todo para los que despegan desde Zaragoza o Torrejón, para los que está estratégicamente ubicada para el repostaje o cualquier problema mecánico, ya que, además, es precisamente en la Academia Básica donde se forman los mecánicos para el Ejército del Aire.

Las maniobras realizadas ayer se conoce como de aproximación, es decir, acercarse a un objetivo, aunque no implican necesariamente tomar tierra o aterrizar. Forman parte del entrenamiento constante de los pilotos militares, que tienen que cubrir determinadas horas de vuelo, tanto en simuladores como en ejercicios reales para mantener su adiestramiento.

En el aeródromo de León, que este año cumple cien años desde su fundación, los F-18 y los Eurofighter son habituales y, además, un complemento para la formación de los futuros mecánicos del Ejército del Aire que aprovechan estas maniobras o ejercicios de los pilotos para conocer de primera mano los aviones con los que trabajarán una vez se licencien como suboficiales. Estos días, el centro está vacío de alumnos como consecuencia del estado de alarma.